CAPÍTULO 3

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Disclaimer

Todos los personajes pertenecen a la gran Mangaka RUMIKO TAKASHI escribo sin fin de lucro solo por diversión la historia es de mi autoría por completo derechos reservados cód. 1391999 y cualquier personaje nuevo que vean integrado.

Diálogos: (- a-.)

Pensamientos: ("a".)

Flash backs: (#a#)

Demonio interno: +a+

Cambios de escena: (....................)

Transformándote

Capitulo 3

Poco a poco se fue soltando del agarre posesivo que tenían sus colmillos en su cuello, estaba inconsciente así debía permanecer por un día entero, ahora todo dependía de él. Algunos despertaban antes, arreglo si tirante y luego la chaqueta de cuero, al instante las marcas de los colmillos desaparecieron y no quedo ningún rastro de lo que paso unos instantes atrás.

Se aseguraría de dejarle comida por si despertaba para que no sospechara nada de su nueva naturaleza, ella quería tener el honor de poder decírselo.

Bajo rápidamente por las escaleras y se dirigió a lo que le pareció la cocina, entro a una habitación y justo había dado en el clavo, preparo algunos emparedados y zumo de manzana y un pedazo de pie que encontró en la nevera, dejo todo en la mesa que se encontraba en la cocina cubierto para que no se descompusiera, al otro día regresaría para ver cómo estaba su nueva adquisición.

Se dirigió a la puerta principal y dio un último vistazo hacia las escaleras y salió decididamente nada le pasaría y así tranquila se dirigió a su mansión.

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Claro como si no fuera suficiente tener que lidiar con los híbridos, ahora también los humanos la molestaban con tonterías solo para poder obtener dinero de ella, claro ella como conocida como una de las más importantes empresarias y millonarias, de todo el mundo, si claro heredado de su "madre" ninguno sabia que ella era su propia "madre", en algún tiempo tuvo que aparentar tener famililla para no levantar sospechas de cómo era que no envejecía, y allí estaba ella con miles de "hijas" como decían tener siempre tener un cambio para que no se notara que era ella, el cabello, los ojos y en fin, sus mansiones por todo el mundo nunca en un mismo lugar por mucho tiempo siempre viajes solo podía estar por mucho tiempo en su querido palacio donde cuidaba de todos los que la rodeaban, los que si conocían su naturaleza, y ella misma había entrenado para poder defenderse de los vampiros que intentaran dañarlos, como extrañaba ese lugar lleno de las sonrisas que le regalaban los niños humanos, que no le temían, que no la repudiaban porque sabían que no los dañaría, a los que había acogidos durante los años y sus descendientes conocían a la protectora, como estaría ese lugar, en estos momentos, tenía un par de años sin ir, para poder encargarse de exterminar a los híbridos de el desgraciado de Naraku, que no hacía nada más que esconderse tras sus subordinados, quien sabe lo que estaría planeando, pero seguro no era nada bueno.

Salió de sus cavilaciones al ver que allí estaban ellos esperándola tal vez habían sentido su presencia, los saludo como de costumbre y se dirigió a su habitación e ignoro la mirada de incógnita de todos, no quería dar respuestas a nada solo quería cambiarse e ir a entrenar, cada vez era más fuerte, y por eso debía controlarse para no lastimar a los que la rodeaban.

Se cambio con un traje de hilos blancos, era un bello kimono, ajustado que permitía los movimientos libremente, era su habito entrenar fuera de noche y de día rondar a su alrededor para cuidar de los humanos, si ella no era de esos vampiros que inventaban los humanos para asustar a sus hijos para que no salieran de noche, eso era un cuento nada mas, ella como la única sangra pura podía andar con los humanos el sol no le hacía nada, y a los habidos creados por ella tampoco así que podían vivir tranquilamente, en cambio los híbridos de Naraku era otra historia diferente, ellos le temían al sol ese era su más potencial debilidad, aparte que la fuerza era mucho menor que sus propios híbridos, claro como se dice, sangra robada no es bien cosechada, aunque él solo puede crear híbridos por que tomo su sangre cuando era indefensa y no podía controlar bien como hacer que los híbridos se multiplicaran, pero ahora todo era distinto, sus cazadores no se reproducían, no bebían sangre, y no mataban humanos.

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