Naruto - El Caballero Kitsune

Capítulo 12; Cuatro puntos

Ciudad de Kyoto; Bar de Amy

"Riser, por aquí", llamó Naruto desde el fondo del bar. Al ver a los Phenex entrar en el establecimiento, el hombre se fijó en ellos y sonrió, acercándose y recibiendo algunas miradas curiosas mientras Izuhara y Kosaku asentían al hombre mientras se sentaba. "Eh, hombre pájaro", comentó Issei con una suave risita. "Mocoso dragón", respondió Riser con calma. "¿Conocéis a este demonio?" preguntó Shimada. Naruto asintió. "Ayudó a derribar a ese cuadro rebelde hace unas semanas".

"Ah, entonces te debo un trago, Riser-san", comentó Shimada, ganándose una sonrisa burlona del diablo solitario. "No diré que no", dice encogiéndose de hombros despreocupadamente antes de coger una copa. El grupo asiente y le sirve un poco de su sake de fuego. "Vamos a relajarnos y a tomar algo", dice Naruto. "Estos últimos días han sido duros". El otro kitsune asiente. "Sí, esos Caídos han sido un verdadero dolor", gime Shimada, ganándose una risita de los otros hombres.
"Así de mal, ¿eh?" preguntó Riser con un deje de diversión, haciendo que el kitsune de tres colas asintiera con otro suspiro agotado.
"Tengo dos Usagi en mi equipo", explicó.

Esto despertó el interés de Riser, que siguió preguntando: "De conejo, ¿eh?".
El kitsune de pelaje púrpura asintió con la cabeza.
"Hasta a ti te interesa. Imagínate los avances de esos lujuriosos encarnados conocidos como Caídos".

El Phenex no podía negar que debía de ser una molestia.
"Al menos no tienes a dos herederas encontrando cualquier excusa para llamarte", respondió Naruto rotundamente.
Izuhara e Issei rieron entre dientes mientras Kosaku sonreía.

Su amigo Kyuubi dejó escapar un suspiro y asintió. "El Sitri siempre está pidiendo partidas de ajedrez, y Rias" refunfuñó, sus ojos se entrecerraron por completo, ganándose las risitas de los Phenex. "¿Tan mal está?".

"Claro, tiene buen cuerpo, cara bonita y todo eso, pero hombre, es tan condenadamente exigente", volvió a gruñir Naruto, tragándose su platillo. Cuando lo bajó de golpe, miró a Riser con extrañeza, una pesada intensidad en sus profundos ojos azules, "¿y de verdad ibas a casarte con eso?".

Se encogió de hombros y asintió: "Como has dicho, tiene un cuerpo estupendo". Shimada negó con la cabeza. "Yo he tenido mejores, así que, como mucho, está en el medio del pelotón". Esto atrajo toda la atención de Riser. "¿Media...?" Todos asintieron, mirando a la derecha. El diablo fue sorprendido y miró hacia allí. Efectivamente, un gran par de señoritas, con sólidos pechos copa C y proporciones perfectas que daban lugar a un estilo de vida flexible, en forma de nekomata, estaban muy claramente y sin pudor mirando su mesa como juzgando cuándo, no si, sino cuándo abalanzarse.

"No son los mejores", dijo Naruto en voz baja, y Riser asintió, contento de haber escuchado a su amigo, que ahora era un Kyuubi. "La noche es joven", Kosaku se inclinó hacia delante, cogió otra botella de sake y llamó la atención de los camareros de piel de conejo, diciéndoles que trajeran otro estante superior. "Espera a que aparezcan los piel de oso".

"Ese es tu capricho, ¿eh?". Naruto se rió entre dientes de su colega. El hombre se encogió de hombros: "¿Has visto a Aoi? Esas tienen que ser dobles D", resoplaron Izuhara y Naruto. Issei interrumpió: "Esas son E sólidas". Shimada también asintió con la cabeza, ganándose ahora toda la atención del Diablo. "Piel de oso, ¿eh? Son fuertes, ¿verdad?".

Kosaku resopló, "Aoi se enfrentó a Grayfia el otro día, la mantuvo a raya también, y ninguno se echó atrás."
Naruto asintió, dando vueltas a su bebida mientras recordaba el enfrentamiento. "Tuve que intervenir o las cosas habrían salido muy caras", apuró otra copa, renunciando al platillo normal en este momento. "Aunque, tengo que admitirlo, tenía curiosidad por ver cómo acababa".

"Ya veo. Estos pieles de oso son grandes, fuertes y hermosos", comentó Riser, y todos asintieron. "Sin embargo, si lo que buscas es elegancia grácil, esas chicas Grulla son el caramelo para el brazo que necesitas", dice Izuhara, ganándose asentimientos de sus compañeros kitsune mientras señalan al diablo aún pensativo. "Mi ex aún me llama para eventos formales. Es una gran dama, y esas piernas son increíbles", dice Shimada, con cara de sueño. "Tuve una aventura con una piel de comadreja hace unos meses", dice Kosaku, el dragón se animó al oír eso, ya que él mismo había sentido curiosidad por ellas. "Era muy cariñosa y amable".