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Al entrar a la habitación, todos estaban reunidos, a excepción de Demitri y Robby.
── ¿Donde estabas? ── preguntó Miguel al verte entrar.
── Estaba entrenando... ── murmuraste tirándote a la cama de Miguel. ── ¿y ahora que pasó?
── Pasa que los idiotas estos apostaron su habitación. ¡Y perdieron!── Exclamó Devon.
── ¡Ey! No hables en plural, yo no estuve de acuerdo. ── Se defendió Miguel.
── Que bueno que me fui de ahí. Me evite una vergüenza. ── Respondiste quitando tu zapato y poniendo tu pie en la cara de Miguel para molestarlo, quien solo hizo una mueca y empujó tu pie. ── ¿Y donde dormirán los otros? ── Cuestionaste.
── Pues ¿Donde más? En esta misma habitación.
Y como obra del espíritu, aparecieron Demitri y Robby, entrando por la puerta con sus maletas en mano.
── Esto apesta. ── Exclamó Miguel. ── Y no habló de los pies de Mikahela. Aun que eso apesta también. ── Hiciste una cara ofendida, pero sabias que quizás no mentía.
── No fue una apuesta muy lista. ── Habló Sam.
── Si. Alguien dijo que no era una apuesta. ── Demitri le lanzó una mirada a Keene.
── Yo no quería involucrarme. ── Se defendió── Les dije que se alejaran de Cobra Kai. Era muy simple.
── ¿Y por que no seguiste tu propio consejo? ── Preguntó Eli.
── Claro, es como yo dando consejos amorosos. ── Respondiste intentando arreglar la tensión que no hacía más que empeorar.
── Te vimos hablar con Tory.
── Bueno, es su novia. ── Defendió Devon.
── Claro, no tiene nada de malo que Robby haya ido a hablar con Tory. Más en un momento que es difícil para ella. ── Dijiste jugando con tus dedos.
