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Llegaste cansada después de dos vuelos de más o menos doce horas cada uno, volviste a dejar tus maletas en la habitación y te tiraste a la cama.
En menos de tres horas tenias que ir a la siguiente etapa de la competición. Te levantaste y fuiste con Devon y Sam, quienes a penas estaban enteradas de la situación que había pasado.
── Hey... ── Saludaste entrando a la habitación.
── ¿Cómo estuvo el viaje? Lamento lo que pasó ── Sam habló.
── Estuvo horrible, ¿viajar con esos dos? Jamás.── negaste.
── Kenny vino, ¿te enteraste? ── esta vez habló Devon, con la mirada baja.
── Si... pero realmente no entiendo por que. Ya volvimos, no necesitamos un suplente.
── Ya no participaré ── Soltó Devon ── Le debo a Kenny una disculpa. ¿Me acompañarían a su habitación?
── Oh... esta bien, supongo.
No entendías bien la situación. ¿De que se iba a disculpar, exactamente? No querías meterte en asuntos que no eran tuyos, pero tenías algo de curiosidad que decidiste mantener enterrada.
Entraron a la habitación, Devon se acercó a Kenny, comenzando a hablar. Tu se sentaste en la cama a lado de Demitri.
Para ser honesta, Kenny no te caía mal. Creías que era un buen chico, solo necesitaba ser llevado al camino correcto.
── Hola. Mira, no sé cómo podrías perdonarme, pero... ── Devon balbuceó un poco, se veían sus nervios. ── Kenny, de verdad lo siento. Me arrepiento de lo que te hice todos los días desde que llegué aquí
── Mira, tuve mucho tiempo para pensar en el avión. Y siempre me caíste bien. Eras amable cuando estábamos con Silver. Que me hayas atacado es casi un halago. ── Habló Kenny, aligerando el ambiente. ── Solo me viste como una amenaza.
