•𝙼𝚒𝚌𝚊𝚑 𝚈𝚞𝚓𝚒𝚗•

#3

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Era 21 de septiembre. Sabías del simbolismo de las flores amarillas, pero no esperabas nada demasiado elaborado, ya que el día había pasado relativamente tranquilo sin saber nada de Micah. Por eso, cuando te pide que te vistas para "una pequeña salida", no sospechas mucho por la hora.

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Llegan en su auto a las afueras de la ciudad, donde los edificios y calles empiezan a dar paso a campos abiertos. La curiosidad comienza a carcomerte, pero él, con una sonrisa traviesa en los labios, no te da ninguna pista.

Finalmente, el auto se detiene. Micah baja primero y, cuando abre tu puerta, te toma de la mano con cuidado.

—Cierra los ojos— Pidió.

—¿En serio? ¿Esto es una de esas cosas donde termino cayendo en un charco o algo peor?— Él ríe suavemente y aprieta tu mano con firmeza.

—Confía en mí, ángel. Prometo que no es nada de eso. Cierra los ojos— Con una mezcla de nervios y emoción, obedeces.

Él te guía a unos metros, con pasos seguros, mientras sientes el crujir del suelo bajo tus pies.

—Está bien, abre los ojos ahora— Cuando lo haces, lo que ves te deja sin palabras.

Un extenso terreno lleno de flores amarillas se mece suavemente con el viento. El sol del atardecer tiñe todo con un resplandor cálido, haciendo que el campo parezca sacado de un sueño. Te das la vuelta para mirarlo, completamente atónita.

—Micah… ¿qué es esto?— Él sonríe, pasando una mano por su cabello, un poco nervioso.

—Es para ti. Todo esto es tuyo.

—¿Un campo de flores? Con una sola flor habría sido suficiente— Dijiste, aún incrédula. Él se acerca, tomando tus manos entre las suyas, sus ojos dorados mirándote con una intensidad que hace que tu corazón se acelere.

—Lo sé, pero una flor no es suficiente para ti. Esto… es mi forma de compensar el tiempo que no estuvimos juntos antes de conocerte. Si pudiera retroceder y encontrar una forma de conocerte antes, lo haría sin dudarlo. Pero como no puedo, esto es lo mínimo que mereces. Tú mereces esto y mucho más— Ante sus palabras, no puedes evitar sonreír.

—Así que esta es tu idea de "mínimo". ¿Qué harás cuando realmente quieras sorprenderme?— Él ríe, acercándose más hasta que sus frentes se tocan.

—Si esto no es suficiente, entonces construiré un universo entero para ti. Solo di la palabra— Te ríes suavemente, rodeando su cuello con tus brazos mientras lo abrazas con fuerza.

—Micah Yujin, eres completamente imposible. Pero me encanta eso de ti.

Se quedan así por un momento, el aroma de las flores llenando el aire mientras el sol comienza a ponerse.

—Y, para que lo sepas, este lugar también será perfecto para un picnic. Así que espero que estés lista para venir aquí cada septiembre. Es nuestra nueva tradición.

—Está bien. Pero solo si tú traes la comida.

Micah sonríe, y el campo de flores amarillas se convierte en el símbolo perfecto de su amor: grande, hermoso y completamente inesperado.