Capítulo 1

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Lady Venom siempre mataba a siete hombres al año. Algunos decían que sus venenos los atraían a través del bosque hasta su finca, donde lentamente morían.

Otros afirmaban que los hombres que la buscaban vagaron por la eternidad en el laberinto frente a su castillo. Si te quedabas muy callado y muy quieto, en algunas noches de invierno, se rumoreaba que podías oír sus gritos de tormento. Lady Venom era de lo que hablabas con los transeúntes cuando no tenías nada más que decir. 

Si tu gato doméstico vagaba por el bosque, nadie se atrevería a buscarlo. Diríamos:

—Oh, ahora pertenece a Lady Venom". 

Lo que ella les hacía a las criaturas que vagaban por su guarida, no quería pensar en ello.

Pero pensar en Lady Venom me distraía del terror de mi propia vida. Hoy era el día que había estado temiendo desde que había llegado el año pasado. Mi madre revisó los bolsillos de mi falda, peinó mis rizos negros y planchó mi único vestido bonito. Bueno, el único vestido que no había destruido con sangre o fuego.

—No nos vas a deshonrar con esta subasta, Fina —dijo, mientras me ataba el largo lazo de satén rosa alrededor del cuello. Sostuvo el extremo largo y me evaluó—. Me atrevo a decir que vamos a recibir muchas ofertas. Ánimo, querida. Es un honor.

Mi madre no sabía que yo todavía tenía un as bajo la manga.

—Tienes razón”, mentí.—Me comportaré”.

La seguí, atada a la cuerda, a la cinta que significaba mucho más que una correa simbólica. Mi vida, mi libertad, mi futuro, estaban a merced del mejor postor. Otras chicas se filtraron en la ciudad, arrastrándose a mi lado.

Zalia se abrió paso entre la multitud, arrastrando su cinta verde, y trabó su brazo con el mío. 

—Otro año, otra licitación. ¿Cuál es el plan esta vez?

La hice callar mientras me aseguraba de que mi madre se perdiera en la charla con las otras mujeres mientras avanzábamos hacia el centro de la plaza del pueblo.

—No todas podemos ser bendecidas con baja estatura”, le dije con un codazo juguetón a mi amiga, quien se rió en respuesta.

—No es mi culpa que nadie quiera una esposa bajita. Aunque sin duda me beneficia—.Recogió su cinta y la hizo girar.—A mi madre ya ni siquiera le importa hacer el adorno. Yo tejí todo el día a crochet.

Gruñí.

—Deja de alardear. Tuve que remojarme en té durante cuatro horas antes de meterme en esta ridícula cosa”.

—Bueno, no puedo esperar a ver qué sacas de tu sombrero—dijo riendo.—Siempre es muy divertido ver las expresiones horrorizadas de los hombres.

Me tapé la boca con una mano enguantada.

—Me encanta aterrorizar a los hombres”.

—Señoritas —interrumpió una voz remilgada—, dejen de hablar de cosas desagradables, o se podría pensar que están destinadas a ser tan demacradas y desamparadas como Lady Venom.

Zalia se estremeció. 

—Ni siquiera menciones el nombre. Juro que escuché gritos de hombres que venían del bosque hace unas noches.

—Y el silbido —le recordé— de todas las serpientes.

Opaline, nuestra amiga pelirroja, puso los ojos en blanco.

—Si alguna de ustedes se tomara esto en serio, podría conseguir una oferta por una vez”.

Zalia levantó una ceja oscura. 

Lady VENOM- (MAFIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora