Capítulo 9

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Al cabo de un rato de haberse ido Andrés, se oye de nuevo mi teléfono, miro el nombre y era Ana

Llamada telefonica:

-Hola Vero
-Hola Ana
-¿Qué tal?
-Pues acaba hace un rato de irse mi vecino que me quería decir una cosa
-¿Y quien es ese vecino?
-Se llama Andrés y tiene un año más que yo, tiene los ojos azules y el pelo castaño claro
-Madre mía que bombón ¿no?
-Ya te digo
-¿Y que quería?
-Se sentó en mi sofá y me dijo que tenía que decirme algo, le pregunté que que era y el me dijo que le costaría decírmelo, le dije que lo intentará y cuando empezó a decirlo llamó mi padre y lo cortó todo
-Qué oportuno tu padre
-Si hija si, lo único que me dijo fue:
me...
-Pues eso puede significar muchas cosas, y espero que sea la que yo pienso
-Ana, te conozco y sé lo que piensas, y no es eso
-¿Tu que sabes?
-Por que lo sé simplemente, ya esta aquí mi padre, te dejo tia, luego hablamos
-Esta bien, adiós guapa

Dejo el móvil en la mesa y me dirijo a mi padre

-Papá
-Dime
-¿A que has ido al trabajo?
-A por unos papeles que tengo que archivar y dárselos a mi jefe mañana por la noche
-¿Y no podrías haber ido esta tarde?

Se produjo un silencio después de que mi padre escuchara esa pregunta, la hice pensando en una cosa y es que aunque yo este hablando con otra persona o haya ruido, me entero más o menos de lo que ocurre en mi entorno, es decir, escuché la conversación de Elena y mi padre ayer por la noche mientras yo en el baño hablaba con Maria y supe que Elena tiene el turno de mañana en la oficina los martes y jueves y los viernes y sabados por la noche, así que mi padre pudo haber ido por ese motivo

-Papá dime lo, ¿Has ido a la oficina a por unos papeles o a ver a Elena?

Mi padre seguía sin responder, me da la espalda coge de nuevo las llaves y se va cerrando la puerta con un portazo.

Historia de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora