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El calor de la gente me rodeaba y esas luces de fiesta me cegaban junto con el sonido de la música me aturdían, aunque acepte venir por la insistencia de Jenny ahora mismo me estaba arrepintiendo ya estaba algo mareada después de unos tragos además, los pies me dolían. Cuando mire a Jenny estaba saludando a alguien y me tomo de la mano y me llevo haciéndose camino través de la gente a paso firme y entonces llegamos con un grupo de gente

–Holaaa–dijo Jenny con emoción para luego presentarme–ella es Cassiopea, Sio ellos son Julián, Mateo y el tonto de allí se llama Apolo ¿Dónde está Selene?

–se ha ido con una amiga dijo que si no llegaba a casa la mataban– dijo Julián algo decepcionado de que su amiga no esté

–¿Como te hiciste amiga de está loca?– me cuestionó Apolo entre risas

–cursaremos nuestro primer año juntas nos conocimos en las clases– me dirigí explícitamente hacía él pues tenía toda mi atención con sus hermosos ojos verde avellana, aunque claro recién lo conocía no me gustaba solo me atraían sus ojos

–vamooos a bailar–y así fue como Jenny nos convenció a todos de bailar y beber hasta que amaneció.

Una vibración lejana aturdía mis oídos y abrí los ojos lentamente para encontrarme no solo con un dolor de cabeza increíble sino también una habitación desconocida con los 3 chicos durmiendo en el piso mientras que Jenny y yo estabamos abrazadas en la cama; el teléfono que sono era el de Mateo el cuál colgó, entre gruñidos y así nos fuimos despertando.

–que dolor de culo–dijo Julian sobandose la cabeza a lo que todos reímos
–mierda tengo clases ¿Que hora es?–mateo revisó su teléfono y fue cuando entendió porque lo llamaron
–malditasea Sio tenías que ir a ver un departamento a las 9 y son las 11– Jenny miraba su reloj algo irritada
–¿Departamento?–cuestiono Julián

Mientras nos levantavamos le expliqué que vivía a dos horas de la maldita universidad y debía buscar un departamento pues me estaba quedando en el cuarto de lavado de la casa de Jennifer hasta encontrar algo pues ella no tenía mucho espacio en su casa. Apolo nos invitó a comer mientras saliamos del departamento de Mateo y todos accedimos, fuimos en su coche y en 15 minutos llegamos a un local bastante bonito

–bueno Cassiopea yo estoy buscando un rommie si te interesa.....–Jenny lo interrumpo
–no me vas a quitar a mi amiga es mi rommie–dijo mientras me tomaba del brazo
–Jenn no seas tonta, no puedes tener a Cassiopea en el cuarto de lavado para siempre–dirijio su mirada hacía la mía–piensalo estoy a 3 cuadras de la universidad, tendrás tu propia habitación además de libre uso de la sala y la cocina todo está equipado y amoblado solo tendrías que traer tus cosas–
–me interesa no he podido encontrar nada porque ya iniciaron clases y todo está ocupado ¿Cuando puedo ir a ver el depa?–espere su respuesta pero fue Julián quien me contestó entre risas
–no creo que dures viva allí mucho jajajaja por eso aunque hayan empezado clases el sigue buscando rommie–
Mateo continúo–el último salió corriendo jajajaja–
–te lo dije, estarás bien en el cuarto de lavado no confío en ese tonto–me dijo Jenny bastante confiada.
–no se como los soportó de verdad ya hablamos de eso el último rommie era un desastre–Apolo parecía molesto y de todas formas acepte–
–sabes que si me mudare, acepto– y le extendí la mano.

Apolo me ofreció verlo el domingo iría a verme en casa de Jenny ya con mi equipaje listo para mudarme, durante el almuerzo me había mostrado fotos del departamento era enorme y el cuarto que iba a darme era perfecto de verdad tenía todo solo debía llevar mi ropa. Después del desayuno Mateo salió corriendo para pedir a alguno de sus compañeros que le pasaran las notas de ese día me comentaron que los sábados tenía Italiano, Jenny y yo nos retiramos pues debía empacar mis pocas cosas y despedirme de la familia de Jennifer que me acogieron como si fuese su hija la verdad me enternecio pues hubiera deseado tener padres así.

Espere puntual con mis cosas en la sala junto con Jenny hasta que Apolo sonó el claxon de su coche. Me despedí de Jenny pues ese día no podiamos vernos cada una tenía cosas que hacer y aunque iba a verla todos los días la verdad me dolía dejarla pero antes de retirarme me dio una flor bueno no cualquier flor una amapola con un lazo, sonreí ante el gesto sin entender porque hasta que hablo al ver mi rostro.

–no Sio no la compré para ti, cuando desperté para desayunar alguien toco la puerta y cuando la abrí me entregaron esa flor junto con una nota que tenía tu nombre, me estaba olvidando de dartela a decir verdad de seguro es un admirador secreto de nuestra carrera–me sonrió con complicidad pero al ver que no estaba contenta su sonrisa desapareció –¿Qué sucede Sio?–
–quiero que la tengas tu, no me agradan los admiradores secretos–no estaba tan convencida de lo que dije aun así la tomo pero antes de que pudiera decir algo más el claxon volvió a sonar y salí deprisa despidiendome fugazmente de la pelinegra.

Al salir Apolo salió del coche y me ayudo con las dos maletas que tenía para después abrirme la puerta del copiloto y pasarme el cinturón de seguridad, roce sus manos al tomarlo un movimiento bastante rápido pero que me encanto su suave tacto y el calor de su piel se sintieron bien durante tan solo ese segundo; el sonido de la puerta cuando la cerro me regresó a la realidad él ya estaba subido y prendió el coche nos tardamos 40 minutos pues Jennifer no vivía precisamente cerca de la universidad. Al llegar al edificio de 7 pisos quede asombrada era lindo y grande me quede admirandolo bastante tiempo pues Apolo ya bajo mis maletas y me esperaba en la entrada así que me llamó y fuí corriendo, por dentro fue más hermoso miraba mi alrededor encantada al mismo tiempo que pensaba lo costoso que iba a ser; mis pensamientos se vieron interrumpidos pues al ser un lugar residencial pidieron nuestras identificaciones por lo cuál Apolo habló con el guardia explicándole que yo también sería residente en el edificio el guardia asintió agregando así mi nombre a una lista diferente a la de los visitantes, sin más nos dirigimos al ascensor me sentía algo ansiosa vivir con Apolo a quien a penas conocí en una fiesta no parecía buena idea una vez estando allí mi estómago ardía ¿Y si no duraba como su rommie? ¿Y si me echa de su departamento? ¿Cuanto iba a costarme? ¿Y si todo salía mal y me quedaba sin amigos? El sonido del ascensor abriendose me saco de mis pensamientos, estaba temblando hasta que entramos al departamento era incluso más cómodo y bonito de lo que se veía en las fotos que Apolo me mostró en el desayuno del otro día.

–Sigueme– llevo mis maletas y camino hacía la izquierda por un corto pasillo hasta que abrió una puerta adentrandose en la que iba a ser mi habitación y allí dejo mis maletas– está es tu habitación la mía está del otro lado del departamento si necesitas algo, yo tengo un baño en mi habitación por lo tanto tu ocuparas y te harás cargo del baño de visitas debido a que solo tu lo usaras si tenemos visitas como amigos o algún familiar me hare cargo y te ayudaré, tengo un par de reglas más pero hablaremos de eso cuando acabes de instalarte.

Admiraba mi habitación una cama grande tenía un armario amplio con espejo en las puertas había un escritorio y un velador, lo que más me encantó fue la vista desde ese gran ventanal; sentí una paz infinita y suspire llenando mis pulmones de aire esta a feliz me encantaba mi nuevo hogar.

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