Cap.7 Sí, así es, dijo Jeon en su oído, besándolo. Te quiero.

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Hoseok caminaba por el campus, tenia días que no podia interactuar con Jeon, se veían en la clase y nada más, cuando de pronto lo vio que venía en sentido contrario, tan guapo, tan varonil.

Hoseok desvió la mirada e iba a cambiar de acera cuando de pronto Jeon lo tomó del brazo y le dijo:

—sígueme

—tengo clases

—por favor sígueme

—suéltame nos estan viendo

—sígueme 

—Te voy a escribir una nota, Jeon dijo por encima del hombro antes de alejarse.

—Eso es abuso de poder, Hoseok se quejó, pero lo siguió.

Caminaron hasta el último salón, al llegar Hoseok fue acorralado en la pared por Jeon

—hey  calma

Jeon naturalmente no hizo caso y estampó fuertemente sus labios contra los de Hoseok

Se besaron apasionadamente, el fuego corría por sus venas, estaban tan inmersos en ellos mismos que no escucharon la puerta abrirse

—Hoseok estás aquí?

Taehyung abrió la puerta y se quedó impávido, cerró la puerta mientras Hoseok empujaba a Jeon

Con su rostro caliente, Hoseok suspiró.

—Yo debería irme.

Pero él no se movió.

Jeon apoyó su frente contra la pared al lado de la cabeza de Hoseok. Sus manos estaban todavía agarrando las caderas de Hoseok, sus pulgares sobre la piel desnuda del bajo estómago de Hoseok.

—Esto es toda tu culpa, él dijo, su voz lacónica.

Hoseok resopló, hundió la mano en el pelo de Jeon y tiró.

—¿Cómo es esto culpa mía?

—No deberías haber decidido terminar temprano, dijo Jeon irritado, colocando codiciosos, besos húmedos en el cuello de Hoseok. Si no hubieras hecho eso, te habría jodido unas cuantas veces más hasta que se tornara lo suficientemente aburrido.

—Encantador, dijo Hoseok secamente o más bien, lo intentó, pero su voz salió un poco entrecortada.

—me tengo que ir

—iré esta noche a tu casa para tener sexo.

—Te olvidas de las niñas

—tendremos cuidado

Cuando Taehyung lo vió a la cara le preguntó.

—creo que me habías dicho que terminaron no?

—aja, pero parece que no, dice que como terminamos antes aún falta que el se aburra

—ah que conveniente para Jeon. 

Taehyung lo miró fijamente durante un rato antes de sacudir la cabeza lentamente.

—Esto es tan raro, hombre. Quiero decir, este no es ni siquiera un tipo cualquiera del que estamos hablando. Es Jeon. ¡Jeon!

—Lo sé. Sé que es raro y estúpido, y totalmente loco y sin sentido. Él es todo lo que yo no quiero, pero al mismo tiempo... Mierda, está jodiendo mi mente.

—Pero lo quieres?

—Sí, dijo Hoseok.

Las niñas se quedaron dormidas a las nueve de la noche, justo después de que Hoseok volviera del trabajo.

Después de eso, Hoseok pasó una hora tratando de hacer que el aspecto lamentable del departamento se viera semi-presentable. 

Al final, se dio por vencido considerándolo como una causa perdida y se dio una ducha rápida. 

Poniéndose unos viejos shorts azules, Hoseok se estaba secando a sí mismo cuando alguien llamó despacio en la puerta.

Descalzo, Hoseok fue en puntillas hasta la puerta y la abrió.

La mirada fuerte de Jeon inmediatamente en su pecho desnudo, sus pezones, su ombligo, antes de quedarse en los shorts que caían bajo en sus caderas.

Hoseok se aclaró la garganta silenciosamente y Jeon miró su cara. En la penumbra de la habitación era difícil de leer su expresión.

Hoseok apretó un dedo en sus labios y señaló a la cama de las chicas. Jeon asintió secamente.

Hoseok le tomó la mano, tiró de él dentro, y cerró la puerta. Luego guió a Jeon hacia su habitación.

Por fin, Jeon estaba desnudo. Luciendo completamente inconsciente de sí, él se acercó a la cama, se sentó y se dio unas palmaditas en la rodilla, la tensión saliendo de él en oleadas. 

Su erección permanecía larga y gruesa contra una mata de bello oscuro en su ingle.

Cuando finalmente se dejó caer contra la polla de Jeon, el profundo alivio fue abrumador. Él gimió. La plenitud, la intimidad era enloquecedora y aterradora por su intensidad. 

Jeon gruñó, tirando de Hoseok más fuerte contra él, sus pechos rosándose entre ellos.

Jeon se corrió primero, y Hoseok lo siguió poco después, sacudiéndose su camino a través del orgasmo y hundiendo sus dientes en el hombro de Jeon para amortiguar sus gemidos.

A partir de ese momento Jeon visitaba a Hoseok todas las noches, en una entrega total y sumisa de parte de Hoseok y lo sabía, que el se entregaba totalmente, de Jeon no podia decir lo mismo.

Esa noche después de la entrega en cuerpo y alma Hoseok entendió lo que pasaba, amaba a Jeon.

—párate ya debo trabajar, tengo que prepararme este retirado el trabajo, anda

Hoseok seguía acostado, pero Jeon estaba arriba de el, tan placidamente acomodado.

—bájate de mí, anda

—no vayas por favor

—que?

—no vayas a trabajar, no tienes porque hacerlo, yo pagaré

—no empieces por favor

—lo digo en serio

—yo también

—porque no quieres?

—porque antes era diferente

—como que diferente?

—antes permití tener sexo contigo por dinero, ahora lo hago porque lo quiero

—lo quieres?

—porque te quiero

Haciendo un ruido bajo en su garganta, Jeon lo besó de nuevo y, cambiando el ángulo, estableció un ritmo constante, inmensamente satisfactorio.

—¿Bueno?, Preguntó Jeon con voz ronca entre sus embestidas.

—Sí. Hoseok no podía evitar que pequeños gemidos se escaparan de sus labios. Tan bueno.

Sus gemidos crecieron progresivamente más fuertes con cada embestida, sus bolas apretándose mientras se acercaba orgasmo.

—Sí, así es, dijo Jeon en su oído, besándolo. Te quiero. 

Apretó húmedos besos calientes sobre todo el cuello de Hoseok, sus embestidas perdiendo su ritmo, pero sin perder nada de su poder.

—Te quiero, dijo de nuevo, con un tono diferente, de alguna manera.

Una oleada de placer golpeó fuerte a Hoseok, y él se vino con un gemido, temblando con todo su cuerpo. Dios.



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