𝐶𝑎𝑝 38

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Cuando Minho abrió su habitación, vió a Seungmin recostado en el suelo con una manta, se le hizo un poco gracioso, pues se podía ver a Seungmin temblar

—¿Que haces ahí? -le pregunto, y Seungmin no contesto- Deberías dormir en la cama, si te incomoda estar a mi lado, puedo irme a la sala

—Es tu habitación.

—Pero no quiero que te quedes en el piso, deberías subir a la cama, también podríamos poner una barrera con almohadas -volvio a sugerir

Seungmin no le respondió, no tenía ganas de nada, si quiera levantarse

—Seungmin...

Minho lo miro en el piso, y tentandose el corazón, lo cargo con todo y sábanas, en un inicio Seungmin pataleo, pero Minho lo recostó en la cama

—La cama es lo suficientemente grande para que quepamos los dos. -dijo tomando almohadas para hacer una barrera entre ellos

Seungmin se quedó quieto, la cama era fría, al igual que las manos de Minho, pero también era cómoda, era tan suave y estaba seguro que esa noche dormiría como bebé

—¿Lo sabías?.. -preguntó Seungmin rompiendo aquel silencio incómodo entre ambos

Minho lo escucho desde los armarios, se estaba cambiando, pero aún así le respondió

—Si. Pensé que tú también lo sabías

—¿Me crees tan incapaz de conseguir a alguien? -dijo sintiendo una punzada en su corazón, nunca le había interesado el que pensaban las demás personas de el, pero por alguna razón, quería saber lo que Minho pensaba de el

—No fue mi intención decir eso... -confeso con amargura- En realidad en esta sociedad en la que vivimos actualmente, las personas solamente se fijan con quién te juntas, con quién hablas y que tan conflictivo eres, sabes muy bien que casarse después de los treinta está mal, por eso hay tantas personas que se quedan solas.

Seungmin escucho, Minho tenía razón, después de cinco años tendría treinta y tres años, y sería realmente difícil conseguir a alguien con quién pasar la vida

—Minho...

—Mande -dijo ya recostandose a su lado

—¿Sabes que te odio? Te he odiado por toda mi vida...

Minho sonrió con un amargo sentimiento desenvolviendose en su interior —Lo se Seungmin, lo se...

Desde aquella noche, Seungmin supo que su vida junto a Minho no solo duraría cinco años, no podría meter las manos al fuego. Pero si las podría meter si se trataba de Changbin.

Después esa noche, pasaron dos largos meses, ya no salía a correr, ni siquiera a caminar, pero cuando Minho se iba, Changbin llegaba a casa

Al principio eran simples platicas entre ellos, platicas que no llegaban a más por la vergüenza y el respeto a la casa, sin embargo después de un mes aquel respeto se había ido a la basura. Las manos de Changbin sobre su cuello, los labios húmedos, su lengua recorriendo su cuerpo, y aquel ritmo que mantenían mientras tenían sexo

Seungmin estaba tan perdido en el, estaba viviendo un sueño.

Minho trato de recompensar con detalles, cada día regalandole un ramo de flores, en casa, o en la clínica, nunca faltaba su detalle.

Quiero que cada día que pases a mi lado sea memorable.

Le había dicho Minho cuando comenzó a darle aquellos detalles, incluso lo llevaba a ver películas, y aquella barrera de almohadas entre ellos pronto desapareció

En el mismo lugar en el que se procesa el placer, se procesa el dolor -le susurro Changbin, iniciando un beso fogoso

Seungmin parecía derretirse con cada uno de sus toques, se sentía en las nubes

Entonces, dame todo el placer, hasta que sienta dolor —le respondió

Sus jugueteos constantes se fueron volviendo cotidianos, Minho nunca sospecho, pues para cuando el llegaba, Changbin ya no estaba

Seungmin termino de limpiar la cocina, recordando lo bien que se la había pasado junto a Changbin sobre aquella isla marmolada. La puerta sonó, indicándole que Minho había llegado

—Hola -saludo como de costumbre

—Hola, ¿Ya comiste?

—Aun no, ¿Preparaste algo? -preguntó echando un vistazo a la cocina

—Si... ¿Quieres que te sirva?

—Claro

Seungmin le sirvió la comida, una pasta con un filete de cerdo, era algo sencillo, pero estaba rico, y lo sabía porque Changbin se lo había dicho

—Me tengo que ir... Nos vemos mañana.

—¿Te irás a trabajar a esta hora? -preguntó algo confundido, hace dos semanas había cambiado de turno- ¿No te conviene el turno de la mañana?

—En realidad no, me voy, tengo cosas que hacer.

Y sin más, se fue Seungmin, dejando a Minho solo en aquella casa

Había cambiado de turno para poder pasar más tiempo junto a Changbin, en realidad estaba arriesgado todo por el, pero al igual que las gotas de lluvia en las nubes, tenía que bajar de aquel cielo al que lo había llevado Changbin.
Y
—¿Hoy saliste? -preguntó sorprendido, pues Lia por fin había salido de su habitación

—¡Si! Fui a dar una vuelta doctor. Incluso corte unas cuantas flores

La emoción de Lia hacía feliz a Seungmin, sabía que pronto la daría de alta por su mejoría

—Me alegra mucho Lia, si te sientes mal, puedes llamar a una enfermera, ¿Okey?

Lia le sonrió con un 'si' en su boca

Salió de la habitación y fue a su oficina, dónde en ves de ver los expedientes de los demás pacier, decidió llamarle a Changbin, aún que como siempre sucedía, este no contesto.

—¡Doctor Kim! -grito una enfermera

Seungmin se paró de inmediato, lo solicitaban en urgencias, al llegar, todo era un caos, inmediatamente vio a los pacientes, fue directo a dónde un par de niños, los cuales presentaban quemaduras y golpes

—Hola, soy el doctor Kim, dime si te duele, ¿Okey? -dijo comenzando a examinarlos

Había sucedido un accidente, un camión de gasolina había sido chocado contra un camión de pasajeros. Se habían reportado en urgencias ya más de veinte personas fallecidas, contando niños, hombres, mujeres y personas de la tercera edad.

Era un suceso trajico, y los familiares llorando en los pasillos hacían un ambiente más pesado

—¡Doctor, doctor! -le grito una mujer

Seungmin volteo, y vió a la mujer, la cual tenía a una niña cargando, desafortunadamente la pequeña ya había perdido la vida

Y de repente, el diablo se apareció frente suyo.

—Doctor, ¿Me podría ayudar? -dijo Jisung

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𝙇𝙤𝙫𝙚𝙧ッ KnowMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora