Enamorada del hijo de Jeff The Killer.

Por ella.(Capitulo 19)

*Editado y corregido*

-Narra Gin-

Desperté algo alarmado, no sabia en donde me encontraba, veía a mi alrededor, solo habían arboles. No estaba asustado, solo estaba desorientado, despertar al medio de la nada es algo extraño. Cuando decidí por levantarme, sentía un dolor en mi estomago, o mas bien, en el pecho. Logre levantarme, aunque el dolor que sentía era bastante fuerte.

Volví a mirar mi alrededor, seguía en el bosque, pero ahora habían personas, las cuales estaban en negro, solo veía sus siluetas, era extraño. Miraba detenidamente cada silueta, las conocía, pero no descifraba quien era. Una, la más alta, se acerco y me paso una flor, y posterior a eso se desvaneció. Luego se acercaron diez más, las cuales también me pasaron flores, y como la anterior también desaparecieron.

Mire, y solo quedaban dos siluetas,las dos igual de bajas, solo que una me resultaba conocida. Se acercaron ambas, quedando justo frente de mi, pusieron sus manos en mis brazos. La más baja de ambas, toco el brazo derecho y la otra el izquierdo. Al sentir el tacto en mi brazo derecho sentí algo, un sentimiento algo extraño, cálido, algo que en el otro no sentí.

Una voz sonó diciendo, "Elige a una, dale las flores. La que las reciba, sera tu destino"

*¿Como?, una de estas es la chica unida a mi por el destino, entonces, mi destino no es Eme, o tal vez si...¡¿Que hago ahora?!*

-"Sigue tu corazón no tu mente, ella solo ve lo que te conviene"-Susurro una de las siluetas.

Y así fue, seguí mi corazón, entre el ramo de flores, que al verlo mejor, eran las flores favoritas de Eme. Tal como sentí al principio, entregue las flores a la chica de la derecha, la más baja, ella las tomo y las siluetas se volvieron claras. La chica, a la que le entregue las flores, era mi pequeña, mi Eme. Ella sonreía, tenia un sonrojo y sus ojos que contenían un brillo muy especial, era difícil de explicar. Mire a la otra silueta, que era una chica que jamas había visto, era un poco más alta que Eme, unos escasos centímetros pero igual. Me sonrió y luego desvaneció. Mire a Eme nuevamente, ella seguía con el mismo rostro que tenia.

-"Yo Eme...

Sin mas desperté en mi habitación, me senté en la cama, algo extrañado, no entendía nada, *para ser un sueño era bastante bueno, y extraño* Mire a mi alrededor, estaban las mismas paredes negras de siempre, el ropero a un lado y al otro mi escritorio con los cuadernos y la mochila del colegio, la mesa en frente con una televisión y al lado de mi cama, un pequeño velador con una lámpara, mi celular, una foto con Lukas, Diego, Jose, Eme y yo que nos sacamos cuando éramos unos niños, también estaba el otro cuadro, en el cual salíamos solamente Eme y yo. Me levante y me cambie de ropa, tenía que ir a buscar a Eme, para ir con ella al médico, esta semana seria dura.

*-*

Llegue a la casa de Eme, toque la puerta y esta se habría a los minutos después, revelando a una Eme media dormida y con su pijama. Al verla negué con la cabeza y sonreí de lado.

-Buenos días Eme, ¿Qué tal has dormido?-Pregunte mirándola a los ojos.

-Do...Dormí bi...bien, gracias...pa...pasa-Tartamudeo y luego se corrió para dejarme pasar.

-Eh, que ya es tarde, vaya a bañarse, yo te hago el desayuno y te saco algo de ropa, ¿Te parece?-Dije ya en la sala de estar de su casa.

-¿Ah?, ¿Este?, Bu...Bueno-Dijo sonrojada.

Subimos las escaleras, ella se fue al baño y yo a su pieza. Saque unos pantalones un poco rasgados, una polera suelta, negra y de paso le saque un poleron rojo. Salí de la habitación y llegue al pasillo verde, le grite que le había dejado su ropa en su pieza. No espere respuesta y baje las escaleras. En la cocina, saque la leche blanca, y la serví en un tazón junto con el cereal. Me serví un vaso de jugo y fui a la sala. Me senté en el sillón de siempre y comencé a jugar con mi celular.