Un Beso en Italia

CAPÍTULO VI

– ¿Profesor?... ¿Qué hace aquí? – pregunto.

– Sophie, no me digas 'Profesor' – ríe – sabes que no me molesta que me llamen por mi nombre... Vine porque por error me llevé una de tus carpetas esta mañana cuando chocamos y tenía que devolvértela.

– Oh, ni siquiera me había dado cuenta que había perdido una de mis carpetas. Gracias Franchesco... Por cierto, ¿cómo supiste que vivía aquí?

– Le pregunté a Tomás – se encoge de hombros – estoy segura que piensas que soy el profesor más psicópata de la facultad – ríe.

Confieso que si pensaba que lo era, pero por otro lado y aunque me cueste admitirlo, me gustaba saber que estaba en la puerta de mi dormitorio, y que se había preocupado en dejarme mi carpeta, eso realmente lo convertía en el profesor más adorable de la facultad, no en el más psicópata.

Conversamos un rato más y finalmente Franchesco se va. Media hora más tarde recibo un mensaje a mi cuenta de Facebook.

Valentino: Hermosa, ¿a qué hora quieres que pase por ti para el mejor paseo de tu vida en Milán?

No puedo evitar la sonrisa en mi rostro.

Sophie: ¿Podrías pasar por mí a las 19.30?

Valentino: Excelente. No puedo aguantar las ganas de verte hoy.

Decido usar un lindo vestido corto de encaje blanco, una chaqueta de cuero negra y mis converse negras favoritas.

– ¡Wow! Te ves hermosa nena – dice Pilar guiñándome un ojo – ¿Dónde irán Valentino y tú?

– No tengo idea – me encojo de hombros – Solo me dijo que me daría el mejor paseo de mi vida.

Pilar se acerca a mí, me toma ambas manos y me mira.

– Disfruta esto, todo comenzó de una manera bastante extraña pero no dejes que eso te arruine la experiencia en Italia, a Valentino realmente le gustas – me da un beso en la mejilla y sacude mi cabello – Me terminaré de arreglar guapa.

Tocan la puerta y miro la hora, 19.29, se por eso que es Valentino. Al abrirla, no puedo más con mi impresión.

– ¿Franchesco? – me queda mirando de arriba abajo.

– Perdona Sophie, se me olvidó entregarte esto – me da un papel con todas las indicaciones de donde nos reuniremos mañana para nuestras primeras prácticas – ahora si no te molesto más – ríe tímidamente y haciendo un gesto con su mano hacia mí – muy linda, por cierto. ¿Saldrás hoy?

– Si, saldrá conmigo – por detrás se asoma Valentino.

– Oh, Valentino – actúa incómodo y extraño, no como el dulce profesor que había sido – me voy entonces... Ehmmm... Pásenlo bien y nos vemos mañana.

Se va sin mirar atrás, y ambos quedamos mirando a Franchesco hasta que desaparece por el pasillo.

– ¿Qué fue todo eso? – me mira Valentino.

– Nada importante – le sonrío - ¿nos vamos?

Pasamos la tarde más divertida en mucho tiempo, recorremos todo Milán y se comporta como el chico que conocí en el avión, no como había sido estos últimos días.

Caminamos de la mano durante todo el paseo, y es increíble lo cómodo y bien que se siente estar de esta forma con Valentino, las cosas entre nosotros están fluyendo muy bien hoy, y creo que es alguien a quien quiero conocer mucho más en el futuro. Necesitábamos empezar de cero una vez más.