LUMINARIS! LT/HB

Entre luces y sombras.

El primer recuerdo de Harry en la gran academia de luminaris reales es, el frio suelo de mármol.

Estaba temblando, su pequeño cuerpo acurrucado intentando cubrir la marca de quemadura en su antebrazo, todos sabían que no era un auténtico luminaris, que nunca seria parte del clan y se lo hicieron saber a base de dolor.

Fue divertido para los otros niños usar su magia para dañar la frágil piel de un niño humano.

Podía escuchar a los otros niños reírse a unos cuantos metros de distancia, estaban lejos y estaba escondido, pero eso no lo hizo sentir menos asustado, menos solo. Quería a su mamá. Ella había dicho que era bueno que conociera a los miembros del clan, que fuera parte de ellos, pero nunca menciono que eran malos y que la magia que muchas veces lo hizo estar divertido ahora en cambio le atemorizaba.

Harry no pertenecía aquí y es lo único que puede pensar, en el momento que sus manos cubren sus oídos.

Unos toques sonaron en la puerta de aquel baño húmedo, —¿Harry?

Es la voz sedosa de Demian, su hermano mayor. Demian hablo en voz baja en un intento de suavizar la situación, y al no tener respuesta se sentó aun lado de la puerta y lo único que se podían ver eran las medias blancas que sobre salían de sus zapatos negros y pulcros. —¿Sabes, no deberías dejarlos ganar? — un suspiro cansado se dejo escapar de los labios del niño luminaris— Eso decía Louis, cuando todos se burlaban de mi tonto don, pero entonces no me ponía triste porque no quería que ellos ganaran, en su lugar he sido el mejor en mi responsabilidad.

—Mmm, pero yo no tengo ningún don importante como ustedes. Todos tienen razón, son mejores que yo, son mejores en cualquier cosa que haga— Harry musitó de manera silenciosa y sin poder evitarlo unas cuantas lagrimas escaparon de sus ojos color esmeraldas.

—Creo que tu don es hacer feliz a la gente, la reina Seraphina no era feliz después de la muerte de Jina. Todos pensaban que eras un capricho de la reina, pero realmente la haces feliz, luminaris tiene un cálido clima por ti, bueno técnicamente es por los poderes de la reina, pero ella los mueve a través de sus sentimientos y tú la vuelves cálida.

Harry se mantuvo en silencio para después abrir la puerta con cuidado e inmediatamente su hermano, Demian se puso de pie, —¿Por qué le dices reina a mami y no la llamas como mami?

—Bueno, es una cuestión de políticas, sé que es mi madre, y el rey mi padre, pero hay una línea fundamental que nos recuerda a los príncipes que principalmente son nuestros lideres, de esa forma no hay rencores por decisiones tomadas.

—¿Louis no odia a papi por enviarlo lejos de casa?

—No creo que lo odie, quizá lo confundió un poco, todavía faltaban muchos miles de años para que Louis tomara sus responsabilidades como heredero, pero el rey es sabio y sus decisiones nunca deben ser juzgadas.

—Extraño mucho a Louis— Harry dice con sus ojos parpadeando con lentitud. —Él me había dicho que iríamos a la academia juntos y me enseñaría a ser un luminaris perfecto, pero, no está aquí. Se ha ido y ni siquiera se despidió.

Demian le ofreció su mano, —Ven—, corrieron por los pasillos de la academia hasta llegar a un aula vacía. — Este se llama el trasportador digital, no nos podemos transportar físicamente, pero si podemos enviar mensajes rápidos, solo es necesario colocar el nombre de la persona que deseamos contactar y cuando él se conecte a un transportador le avisara de tu mensaje. Puedes usarlo.

Harry lo hizo, primero fue una carta diciendo un pequeño saludo, nunca obtuvo respuesta ni los mensajes que después envió.

Jamás obtuvo respuesta de Louis.