Lujurias Y Extraraños [2024]

Capitulo 4

Rosalía González

Esta es una chica que llegó hace pocos meses a "Venecia" junto con su marido Yonny y su pequeño hijo de 1 año. Rápidamente se ganó el cariño de todas nosotras.

Un día, ella nos contó que Yonny, su marido, es un hombre posesivo y manipulador. Además, le golpea constantemente por celos.

Su marido la amenazaba con llevarse a su hijo para siempre si intentaba denunciarlo.

Un día, la mamá de Rosalía, desde Estados Unidos, le llamó para decirle que ya le había conseguido la residencia para mudarse con su hijo a ese país. Ella, emocionada, no pudo resistir la alegría y se lo contó a algunas personas cercanas. Sin embargo, lo que no se imaginaba era que, a través de los rumores, su marido se enteraría de este viaje.

Días después, el marido llega borracho a la casa y Rosalía, tan sensible, le pide que intente bajar la voz porque el niño estaba durmiendo. Automáticamente, Yonny le da una cachetada,el va al cuarto, toma unas tijeras que tenía allí y le corta la ropa que llevaba puesta .

Rompió todo lo que estaba a su alrededor en ese instante, a tal punto que Rosalía intentó pedir ¡Ayuda! Pero ninguno de los vecinos se atrevió a interrumpir el escándalo, temiendo que Tonny  pudiera hacer algo aún peor.

Pasaron unos minutos, aunque para Rosalía parecieron interminables. Su cuerpo estaba tenso, y la angustia le nublaba la mente. La violencia que acababa de vivir había dejado marcas no solo en su rostro, que ahora mostraba una cara algo hinchada y maltratada, sino también en su alma.

Su cabeza le dolía por la cachetada de Yonny, y sus pensamientos no dejaban de dar vueltas alrededor de lo ocurrido.

Las lágrimas que no había podido derramar por el miedo, ahora se acumulaban en sus ojos, pero se esforzaba por mantener la calma, no por ella, sino por el niño que dormía en la habitación de al lado.

La preocupación de que el pequeño hubiera despertado por el escándalo la mantenía alerta, a pesar del dolor.

De repente, la puerta de la calle dio un fuerte estruendo, como un trueno rompiendo el silencio opresivo que había invadido la casa. El sonido resonó en las paredes, y Rosalía, aún temblando, levantó la cabeza rápidamente. El corazón le dio un vuelco cuando reconoció quién estaba detrás de esa puerta. Era el tío de ella, un hombre grande

Al verlo, un sentimiento de alivio recorrió el cuerpo de Rosalía, aunque la tensión en el aire seguía siendo palpable. Sin decir una palabra, el tío se acercó rápidamente y, con una fuerza inesperada, agarró a Yonny por detrás, tomándolo por los hombros con tal firmeza que le hizo perder el equilibrio.

Yonny, confundido y aún bajo los efectos del alcohol, intentó reaccionar, pero el tío no le dio oportunidad.

Con una fuerza que sorprendió a todos, lo sujetó por el cuello y lo empujó hacia atrás, obligándolo a girarse y quedando de espaldas a él. En un movimiento brusco, lo arrojó contra la pared con un golpe seco. Yonny intentó soltarse, pero el tío no lo dejó escapar.

Cada movimiento que hacía era acompañado de un empujón o un golpe más fuerte. El tío, visiblemente furioso por el daño que había causado Yonny, no paraba de empujarlo, dejándolo completamente desorientado.

"¡Basta de hacerle daño!", gritó el tío, mientras empujaba a Yonny hacia la salida de la casa.

Tres días después, Rosalía recibió una llamada de su madre. La voz de su mamá, al otro lado del teléfono, sonaba ansiosa pero esperanzada. Le recordó que el vuelo para irse a Estados Unidos estaba a solo cinco días de distancia.