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Husk sonrió momentáneamente ladeando la cabeza fijando su mirada en el reloj colgado en la pared de la habitación al frente de su cama.

06:14 a.m.

–Asumo que si no desayuno me vas a obligar ¿O me equivoco? –Al ver a su hija entrecerrando los ojos le devolvió la mirada –Vaghata, no me mires así.

La nombrada simplemente se cruzó de brazos y desvío la mirada.

–¡Hmp!, no te equivocas –Mantuvo su mirada desviada pero cambiando un poco su semblante –Como dije, me preocupas papá.

Se quedaron mirándose por varios segundos en un silencio tan grande que ni siquiera parecía que estaba una tormenta afuera, después de un momento Husk le acaricio la cabeza con una de sus manos y le dijo que bajaría en un momento mientras se arreglaba, Vaghata asintió y se fue de ahí dejandolo solo en la habitación mirando a la nada.

–Lo se mija –Respondió al aire mientras se acordaba de algo –Mmm... solo faltan tres años.

El hombre se retiró de la cama pasando al lado de la mesa de noche donde una foto de él y su hija en un orfanato anuncian oficialmente ser familia descansaba encima de ella, saliendo de la habitación dirigiéndose al baño donde algunas fotos colgaban de la paredes.

Dándose una ducha rápida saliendo de la bañera cubriéndose con una toalla de la cintura para abajo dejando ver un cuerpo con múltiples cicatrices de alguna guerra pasada y varias más de peleas contra alguna pandilla, abriendo la puerta cajón de medicinas tomando solo las de dolores de cabeza y antidepresivos, cerrándola de igual manera usando el chorro de agua que salia de grifo para tragarselas y mirándose al espejo de donde agarro la medicina, solo para soltar un bufido de burla dirigiéndose a su habitación nuevamente para vestirse.

–¡La comida se enfría! –Exclamó la jóven desde la planta baja.

–¡Ya voy! –Respondió el hombre desde arriba mientras se terminaba de poner un suéter de color gris oscuro y bajaba las escaleras llegando el poco olor de la comida al casi enfriarse.

Mientras bajaba pudo observar que su hija estaba leyendo un libro y por las pocas palabras que podía leer pese a la significativa distancia... Ya presentía que no era el tipo de literatura del estilo de su hija, sobretodo porque sabía quién era una de las únicas personas que compartía cosas con ella además de él.

Velvet Ellerman, una chica negra de cabello medianamente largo oscuro teñido de algún color aleatorio de ojos rojos, hija adoptiva del mayor fanfarrón de la televisión llamado "Vox Ellerman" que —dicen por ahí— era amante del mayor proxeneta de la ciudad "Valentino Quintero", la chica Velvet que estudiaba en la misma secundaria que Vaghata y por lo tanto se habían visto de vez en cuando... Por alguna extraña razón la chica mimada quiso ser su amiga, obviamente al inicio Vaghata llegaba a diestra y siniestra a la casa juzgando como si no hubiera un mañana y cuando Velvet le expreso que quería ser su amiga... Aparentemente las cosas cambiaron mucho, su hija incluso la invitó al hogar y era agradable a su manera.

Lo único que él tenía que decir de ella es que era indescriptiblemente grosera, al final claramente ambos padres se terminaron conociendo y no se llevaron mal pero tampoco se agradaban, era una relación neutral de dos padres que tenían cada uno una hija que se terminaron volviendo amigas.

Lo último que recuerda de ese tipo fue que había mencionado esque si necesitaba algo podía pedírselo, sino supiese leer a la gente de manera casi precisa diría que ese tal Vox buscaba que él le debiera algo, no por nada una vez que fue a recoger a su hija, ese Valentino se le había quedado viendo cuando Velvet salió junto a Vaghata del instituto.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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|| Familia Encontrada: Cuando Quieras. || Vaggie & Husk. HH©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora