ENA A través del árbol del tiempo

CAPITULO 1

El inicio

Me encuentro corriendo en un bosque cubierto de neblina. A lo lejos, frente a mi hay una mujer encapuchada. Quiero preguntar quién es, pero no puedo, mis palabras se quedan atascadas en mi garganta. La mujer me dijo que no había que temer, que todo estaría bien y que sin mí no habrían logrado lo que son ahora, mientras hablaba daba pasos cortos con la intención de acercarse a mí.

Intento moverme para correr y salir de ese lugar, pero siento como si una fuerza extraña me sostuviera por las piernas y los brazos. La mujer decía mi nombre y escuché pasos detrás de mí, me estremecí, tenía más miedo, alguien me llamaba y de pronto... desperté.

✧ ✧ ✧

− Hija, dale arriba. - en ese entonces me decían Ena, tenía 16 años. Si, lo se, aún era una adolescente, pero eso no es importante. Por ahora. Para dejarlo claro estamos en el año 2021. Mi mamá trataba de despertarme para que fuera a la escuela porque al parecer iba a llegar tarde. Me miraba preocupada, así que me dijo. − Te movías mucho, ¿estabas soñando?

Asentí.

Sí, eso estaba haciendo, soñando, pero... ¿Qué exactamente? No lo recuerdo, mamá suspiro impaciente.

− Bueno, vestite, come algo y prepara todo para irte porque ya es muy tarde.

− ¿Qué? ¿Por qué no me despertaste más temprano?

− Lo hice, pero te volviste a dormir. Parecías bastante cansada, no podés dormir tanto hija. ¿Qué te quedaste haciendo anoche?

− Nada, me fui a acostar a las doce cuando termino la película. −Mentira, me había quedado hasta las dos de la madrugada usando el celular porque no podía dormir, además de que también estaba llorando−. Pero bueno, déjame que como algo y preparo las cosas para ir a la escuela −Claro, ya que todavía podemos hacerlo mientras no tengamos otra cuarentena...

Bueno, la mayoría a esta altura ya debe saber de qué cuarentena hablo:

2019, CORONAVIRUS, o, para abreviar: COVID-19.

Se propago por todo el mundo hasta llegar a la argentina, que es de donde soy (más precisamente: Tandil, Buenos Aires).

Estuvimos todo el año 2020 en cuarentena sin salir de casa teniendo clases virtuales (no aprendimos casi nada).

Pasé mi cumpleaños y las fiestas en cuarentena, pero pude estar con toda mi familia (bueno, no exactamente toda). Mis primos, mi abuela y mis tíos, pude verlos a todos con excepción de alguno que otro. La cuarentena nos unió un poco más, además de algunas otras cosas.

Claro que no se podía salir si no era extremadamente necesario, pero pasa que yo me quede en la casa de mi abuela con mama por un tiempo, además de que no teníamos internet en casa porque en la escuela nos hacían trabajar con el "classroom", si, para mí fue y sigue siendo una tortura.

Me cambié. Por el rabillo del ojo veo algo por la ventana así que me volteo y un par de luces blancas me cegaron por un momento hasta que un gato gris más grande de lo normal estaba viéndome directamente, no, creo que era un gato montés, cierro los ojos con fuerza y los vuelvo a abrir para luego ya no verlo ahí. No sé si habrá sido porque sigo medio dormida pero mi imaginación es terrible - terrible, bueno en el buen sentido creo yo, o tal vez no -.

Uh, ¿ya empezamos?

¿Qué? ¿y vos qué onda?

Soy tu conciencia. ¿Continuamos?