Fabián se despertó temprano, como siempre, y se preparó para otro día de trabajo. Se vistió con su uniforme de chófer y antes de salirse de casa, despidió a sus hijos que iban en camino hacia sus escuelas. Y con esto, se dirigió a la empresa de transporte donde trabajaba.Al llegar a la oficina, se encontró con su jefe, que le dio la asignación del día.
— Bueno, Fabián — dijo el jefe. — Hoy te vas a llevar a un nuevo chófer, Sebastián. Van a hacer un viaje juntos a la ciudad de San Juan.
Fabián se sintió un poco sorprendido al escuchar el nombre de Sebastián. No había pensado que iba a trabajar con él tan pronto.
— ¿Sebastián? — repitió Fabián. — ¿El nuevo chófer?
— Sí, ese mismo — respondió el jefe. — Es un buen tipo. Creo que van a llevarse bien.
Fabián asintió con la cabeza, tratando de ocultar su nerviosismo. No sabía qué esperar de Sebastián, pero estaba decidido a mantener la profesionalidad.
Se dirigió al garaje, donde encontró a Sebastián esperándolo junto al camión.
— Hola — dijo Sebastián, sonriendo. — Me alegra verte de nuevo, Fabián.
Fabián se sintió un poco incómodo con la sonrisa de Sebastián, pero trató de mantener la calma.
— Hola — respondió Fabián. — Vamos a hacer un viaje juntos a San Juan.
Sebastián asintió con la cabeza y se subió al camión. Fabián lo siguió, tratando de ignorar la sensación de nerviosismo que sentía en su estómago.
El viaje había comenzado, y Fabián no sabía qué esperar. Pero estaba decidido a mantener la profesionalidad y a no dejar que sus sentimientos personales interfirieran con su trabajo.
©Tyler
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El Precio Del Deseo
RomanceEl precio del deseo. ➱ La vida de Fabián había sido siempre predecible. Se levantaba temprano, llevaba a sus hijos al colegio, y luego se dirigía a su trabajo como chófer en una empresa de transporte. Su esposa, Sara, era una excelente ama de casa...