Todo había comenzado de la misma manera que la mayoría de los planes descabellados de Louis: hacer feliz a su abuela.
La lista de dichos planes (por bien intencionados que hayan sido en su intención original) habían tenido como resultado distintos grados de catástrofe, así que nadie sabe por qué pensó que éste sería diferente.
Para empezar, estaba el desafortunado Incidente del Gato Cantor de Navidad. Decidido, a la edad de cinco años, de que él sabía mejor y convencido de que ese tal Santa Claus se estaba llevando el crédito por todos los regalos que compraban su abuela y su abuelo, Louis se había escondido detrás del árbol de Navidad para atraparlo con las manos en la masa. Había esperado en su lugar elegido, que ofrecía una vista perfecta de la chimenea, listo para saltar y gritar triunfante: "¡Te atrapé!" cuando llegara el momento.
Desafortunadamente, había sido tan bueno siendo sigiloso que Tipsy, la querida gata de la familia, que ya tenía sus años, no había anticipado su presencia. Cuando Louis estiró la pierna, Tipsy saltó como si tuviera resortes, subiendo casi dos metros en el aire, derribando las luces navideñas y haciendo caer el árbol, aterrizando con la cola en las brasas aún incandescentes de la chimenea.
Por suerte, estaba bien, considerando todo, pero dado el trauma que sufrió y su reacción cada vez que algo que se pareciera remotamente a un pedazo de oropel se cruzaba en su camino, ese fue el último árbol de Navidad que pudieron poner hasta varios años después, tras su fallecimiento.
Otro de los muchos intentos bienintencionados de Louis fue cuando, a los ocho años, decidió que su abuela merecía desayunar en la cama el día de su cumpleaños, así que madrugó para preparar un banquete para los tres y casi quemó la casa. En realidad, fue un pequeño incendio, aunque la casa conservó el aroma a tocino quemado durante bastante tiempo.
Entonces, a los once años y después de haber terminado un maratón de todas las películas de James Bond con sus mejores amigos Liam y Niall, decidió que su vecino, el señor Smith, llevaba una doble vida. Era demasiado amable y generoso y claramente algo no iba bien. Siempre era tan agradable, aparecía para tomar el té y traía dulces de sus frecuentes viajes de negocios a lugares lejanos. Louis decidió que, por lo tanto, debía tener motivos ocultos y se había escabullido cuando pensaba que el señor Smith no estaba en casa.
Había revisado su basura y, cuando no encontró inmediatamente pruebas incriminatorias como hacen en todas las series policiales, se había subido por una ventana para investigar más y asustó muchísimo al pobre hombre mientras hacía un crucigrama en silencio en su sala de estar.
Hasta el día de hoy, Louis sigue estando seguro de que era un agente secreto o algo así. De todos modos, ¿quién tiene un nombre como John Smith?
Pero su última desventura podría ser la más grande, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta su historial de planes terriblemente malos. Esta vez se ha inventado un novio. Tal vez no sea su mejor momento ni su plan más sólido, pero se mantendrá firme en el hecho de que lo ha hecho desde un lugar de amor y con el único deseo de hacer feliz a su abuela, a quien adora más que a nadie en el mundo.
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In A Twinkling 𖠇 Traducción
عاطفيةCuando Louis, que tiene fobia a las relaciones, decide inventarse un novio falso para aliviar las preocupaciones de su abuela, quién mejor que Harry Styles, el mundialmente famoso modelo de Gucci, para cumplir con el papel. Pero cuando Louis regresa...