Capitulo quince

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Lamento mucho la tardanza pero estos capítulos me dan tanto pesar, estoy como oh dios no quiero escribir esto, pero trabajo es trabajo, por favor lean y denme motivos para seguir que a esta altura del año yo ya quiero renunciar ah...

Si todo sale bien hoy a la noche subo los otros dos (aunque los odie)
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Una semana había pasado desde que SeokJin fue llevado sabrá Dios donde. Deborah se sentó en el baño, rodeada de lágrimas y desesperación. Su corazón estaba roto, y su alma estaba llena de dolor. Extrañaba a Jin, su amigo, su confidente, su único apoyo en ese pueblo lleno de juicios y prejuicios.

Taehyung, su compañero de clase, la ignoraba por completo. No había intentado hablar con ella, no había intentado consolarla. Era como si Deborah no existiera para él.

Pero no era solo Taehyung. Las chicas de la escuela se habían encargado de hacerle saber que no la querían cerca. La miraban con desdén, la hablaban con desprecio. Deborah se sentía como una leprosa, una persona infectada con una enfermedad contagiosa.

Y para empeorar las cosas, había llegado su periodo. Deborah se había sentido avergonzada y vulnerable. En plena clase, había tenido un accidente, manchando su falda y su ropa interior. Las chicas se habían reído de ella, la habían llamado "depravada" por dejar que los hombres vieran eso.

—Eres una vergüenza —le había dicho una de las chicas—. No tienes dignidad.

Deborah se había sentido como si hubiera sido golpeada en el estómago. Su autoestima se había derrumbado, y su confianza se había esfumado.

Ahora, sentada en el baño, Deborah lloraba sin parar. Se sentía sola, abandonada, y rechazada. Su corazón gritaba por Jin, por su amistad, por su comprensión.

—¿Por qué te tuvieron que llevar? —sollozó Deborah—. ¿Por qué me dejaste sola?

Las lágrimas caían sobre su rostro, mezclándose con su dolor y su tristeza. Deborah se sentía perdida, sin rumbo, sin esperanza.

Pero en medio de su dolor, Deborah recordó las palabras de Jin: "No te rindas, Deborah. No te dejes vencer". Es lo que le dijo cuando le comentó que se inscribiría a su campamento soñado.

Deborah respiró profundamente, y se secó las lágrimas. Sabía que tenía que seguir adelante, por Jin, por sí misma.

Pero es tan difícil con esa gente, en ese pueblo, con todas las personas que parecen saber qué está bien y que no lo está. No quiere vivir allí tanto tiempo, su plan es escaparse al campamento, y solo huir luego, no tiene más planes, hará lo que sea por conseguir su libertad como ser humano. Y tal vez, algún día, encontrar a SeokJin por el mundo, si Dios la ayuda.

Deborah se levantó del baño, después de haberse cambiado por una pollera larga limpia. La pollera sucia la guardó en su bolso, intentando olvidar el incidente que había ocurrido en la clase. Se miró en el espejo y se ajustó la pollera, intentando recomponerse después de la humillación que había sufrido.

Con un suspiro, Deborah salió del baño y se dirigió hacia la enfermería. Necesitaba un analgésico para el dolor que sentía en su abdomen. El periodo siempre le había sido doloroso, pero hoy parecía que era peor que nunca.

Mientras caminaba por el pasillo, Deborah no podía evitar pensar en Jin y en la forma en que la había apoyado siempre. Se sentía sola y abandonada sin él, y el dolor que sentía en su abdomen parecía ser solo una parte de la tristeza que sentía en su corazón.

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El Papa Oscuro |KOOKJIN+18 (1LIBRO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora