Cada gota de agua que caía sobre mi cuerpo era como un susurro del pasado, recordándome la infancia y el camino que me había llevado hasta ese momento. El sonido del agua al caer en la bañera era como una melodía que me transportaba a un lugar lejano, donde el dolor y la tristeza eran la única realidad.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo, como una descarga eléctrica que me dejó sin aliento. La voz de Yoongie resonó en mi mente, "no quiero que cruzemos siquiera palabras ". Las palabras me dolían como un cuchillo que me cortaba el alma.
Comencé a llorar en la bañera, los sollozos eran silenciosos, ahogados por el ruido del agua. El vapor que se elevaba de la bañera envolvía mi piel, haciéndola sentir más débil y vulnerable. La tristeza me consumía, y yo me sentía como un barco a la deriva, sin rumbo ni esperanza.
Mientras pasaba el jabón por mi cuerpo, mi mente comenzó a vagar. Imaginaba que eran los dedos de Yoongie los que rozaban mi piel, suaves y delicados. Quería que fuera él quien me tocara de esa manera, quien me hiciera sentir vivo y deseado.
Las lágrimas comenzaron a caer de mis ojos, mezclándose con las gotas de agua que caían en la bañera. Era como si mi dolor y mi tristeza se estuvieran diluyendo en el agua, como si estuvieran siendo arrastrados por la corriente.
Cada lágrima que caía era como un susurro de deseo, un anhelo por el tacto de Yoongie, por su calor y su amor. Y cada gota de agua que caía en la bañera era como un recordatorio de que eso era solo un sueño, un sueño que se desvanecía con cada paso que daba.
Mi corazón estaba roto, como un jarrón que se había caído al suelo y no podía ser reparado. Yoongie había sido el que lo había roto, con su indiferencia y su falta de amor. Y ahora, yo me sentía como un barco a la deriva, sin rumbo ni esperanza.
La bañera era como un refugio, un lugar donde podía esconderme del mundo y de mis propios pensamientos. Pero incluso allí, no podía escapar de la realidad. La realidad de que Yoongie no me amaba, de que nunca me había amado.
Las lágrimas seguían cayendo, como una lluvia que no cesaba. Y yo seguía llorando, llorando no por lo que había perdido, era por lo que nunca había tenido. Llorando por el amor que nunca había recibido, por la indiferencia que siempre había sentido.
Jimin ya no quería molestar a Yoongie. Había decidido que ya no pediría ayuda a nadie, sabiendo que el alfa se molestaría. El pequeño omega jaló con sus manos el borde de la bañera, intentando salir de ella. Lo intentó una y otra vez, hasta que su cuerpo mojado cayó al suelo fuertemente, causándole raspones en la parte trasera.
Jimin gritó de dolor, mientras decía "¿Por qué tuve que nacer tan inservible?". Mientras se lamentaba, intentó jalar la bata para ponérsela, y comenzó a querer alzar la perilla de la puerta blanca. Lo intentó con todas sus fuerzas, pero la puerta no se movía.
Sin darse cuenta, los minutos pasaron a horas, y las horas pasaron a la noche. El omega había pasado demasiado tiempo en la bañera, y el vapor cálido se había convertido en frío. El suelo que hace un momento era húmedo se convirtió en un suelo frío y duro.
El omega se cansó de intentarlo, y su cuerpo comenzó a temblar de frío. "Alguien, ayúdeme", dijo Jimin antes de cerrar los ojos lentamente. Su vista se nubló, y la puerta blanca y pura se convirtió en un borroso recuerdo.
La oscuridad se cerró sobre él, y Jimin se sintió solo y abandonado. Su corazón latía débilmente, y su respiración se volvió superficial. El omega se sintió como si estuviera cayendo en un abismo sin fondo, sin nadie que lo salvara.
La puerta blanca y pura se convirtió en un símbolo de su soledad y su desesperanza. Jimin se sintió como si estuviera atrapado en una prisión sin salida, sin nadie que lo escuchara o lo ayudara. Su grito de auxilio se perdió en la oscuridad, y el omega se sintió como si estuviera solo en el mundo.
De repente, se escuchó el sonido de la puerta al abrirse. Jimin no se movió, no tenía la fuerza para hacerlo. La luz del pasillo iluminó la habitación, y Jimin vio la figura de Yoongie en la puerta.
El alfa se acercó a él, su rostro reflejaba preocupación y sorpresa. "Jimin, ¿qué pasa?", preguntó Yoongie, arrodillándose a su lado.
Jimin no respondió, no podía hablar. Su cuerpo temblaba de frío y su respiración era superficial. Yoongie lo miró con preocupación y comenzó a quitarle la bata mojada.
"¿Qué ha pasado?", preguntó Yoongie de nuevo, mientras envolvía a Jimin en una manta cálida. Jimin se sintió abrumado por la preocupación de Yoongie, y comenzó a llorar.
Yoongie lo abrazó fuerte, intentando calmarlo. "Shh, Jimin, estoy aquí. No te preocupes, estoy aquí para ti". Jimin se sintió abrumado por la emoción, y se aferró a Yoongie, llorando desconsoladamente.
Yoongie lo sostuvo durante un rato, dejando que Jimin se desahogara. Luego, lo levantó en brazos y lo llevó a la cama, donde lo cubrió con una manta cálida.
"Descansa, Jimin", dijo Yoongie, acariciando su cabello. "Estoy aquí para ti. No te dejaré solo". Jimin se sintió abrumado por la emoción, y se durmió en brazos de Yoongie, sintiendo por primera vez en mucho tiempo que estaba seguro y protegido.
Jimin se despertó después de un rato, sintiendo la presencia de Yoongie a su lado. El alfa lo miraba con preocupación, y Jimin se sintió abrumado por la emoción.
"Yoongie...", dijo Jimin, su voz temblorosa. "Lo siento... todo fue una equivocación. No te engañé, te juro que no te engañé".
Yoongie lo miró con sorpresa, y luego su rostro se suavizó. "¿Qué quieres decir?", preguntó el alfa, su voz suave.
Jimin se sentó en la cama, y se cubrió la cara con las manos. "Me refiero a... a lo que pasó con el otro alfa. No fue lo que parecía. Él me estaba ayudando, y yo no sabía que él era un alfa. No te engañé, Yoongie. Te juro que no te engañé".
Jimin se miró a Yoongie con esperanza, esperando que el alfa le creyera y lo perdonara. Pero en lugar de eso, Yoongie se miró a él con una expresión seria y distante.
"Jimin, no te engañes", dijo el alfa, su voz firme pero sin emoción. "Cada uno tiene su vida propia. El casamiento es un contrato, y debemos cumplir con nuestras obligaciones. No te preocupes por lo que pasó, no te preocupes por lo que sientes. Simplemente cumple con tus deberes como omega, y yo cumpliré con los míos como alfa".
Jimin se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. Se miró a Yoongie con incredulidad, esperando que el alfa estuviera bromeando. Pero la expresión de Yoongie no cambió, y Jimin se dio cuenta de que el alfa hablaba en serio.
"¿Eso es todo?", preguntó Jimin, su voz temblorosa. "¿No te importa lo que siento? ¿No te importa que te haya engañado?"
Yoongie se encogió de hombros. "No te engañaste, Jimin. Simplemente cumpliste con tus necesidades. Y yo haré lo mismo. No te preocupes por lo que pasó. Simplemente sigue adelante".
Jimin se sintió como si estuviera viviendo una pesadilla. Se miró a Yoongie con horror, y se dio cuenta de que el alfa no lo amaba. No lo amaba de verdad. Solo lo veía como un objeto, como un omega que debía cumplir con sus deberes.
"¿Eso es todo lo que soy para ti?", preguntó Jimin, su voz temblorosa. "¿Un objeto para que cumplas con tus deberes?"
Yoongie se encogió de hombros. "No te tomes esto de manera personal, Jimin. Esto es solo la realidad. Los alfas y los omegas tenemos roles definidos en la sociedad. Y debemos cumplir con ellos".
Jimin se sintió como si hubiera sido golpeado en el estómago. Se miró a Yoongie con lágrimas en los ojos, y se dio cuenta de que nunca había sido amado de verdad. Nunca había sido visto como una persona, como un ser humano con sentimientos y emociones.
"Me duele", dijo Jimin, su voz apenas audible. "Me duele que no me ames. Me duele que no me veas como una persona".
Yoongie se miró a Jimin con una expresión vacía, y no dijo nada. Solo se levantó y se fue, dejando a Jimin solo y llorando en la cama.
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Atado Al Sufrimiento | Yoonmin |
RomanceUn omega en silla de ruedas anhela ser libre y amado, pero su condición lo hace sentir atrapado. Se enamora de alguien que no puede ver más allá de su discapacidad y lo rechaza. Destrozado, se siente solo y sin esperanza. Sin embargo, un encuentro i...