13. El entrenamiento de Lya

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Eric, Alex y Cami se dirigieron a las montañas para entrenar en el lago que había al lado, era un lago al que Lya le gustaba ir, quedaba muy cerca del pueblo y pensaba en construir una pequeña cabaña ahí

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Eric, Alex y Cami se dirigieron a las montañas para entrenar en el lago que había al lado, era un lago al que Lya le gustaba ir, quedaba muy cerca del pueblo y pensaba en construir una pequeña cabaña ahí.

—Veo que irán con Lya, ¿cierto? —Dijo Koyoshi mirando a los chicos.

—Eso parece, nos pidió que vayamos a su jodida montaña, ¿cree que sea difícil? —Añadió Eric.

—¡Vaya! Deberán cuidarse en todo momento, sus entrenamientos suelen ser demasiado arriesgados —Respondió el Paladín.

Eric y sus amigos comenzaban a pensar que no iban a soportar el entrenamiento del Paladín del agua. Cuando llegaron a la montaña encontraron a un chico alto con una mirada muy seria, vestía un suéter tejido color blanco de rayas negras encima de su uniforme y su cabello era morado claro, ese chico llevaba una espada y al parecer era uno de los doce Paladines, sin embargo, se notaba bastante molesto, con una expresión seria que aterró a todos.

—Emm.... ¡Hola! —Saludó Eric amablemente.

El chico de cabello morado lo miró con una cara de disgusto y después se fue sin responder.

—Mierda, todos me miran feo  —Dijo el chico tras ser ignorado.

—¿Te gusta ser ignorado? Ja, ja, ja —Añadió sarcásticamente Cami.

—Tú cállate, como si fueras buena socializando —Respondió Eric.

Un grupo de Defensores de aproximadamente diecinueve años muy apuestos pasaron al lado de los tres chicos mirando específicamente a Cami.

—¡Hola! ¿Van a Eldoria? —Preguntó Cami con mucha amabilidad.

—Sip, vamos a entregar un informe, qué linda eres —Dijo uno de los Defensores.

—Ayy... gracias, je, je, je —Añadió Cami muy sonrojada mirando a Eric—. ¿Qué decías, Ogawa?

De pronto, una piedra cae de la montaña al lado de los chicos.

—¡Hey! ¡Hola! Aquí arriba —Dijo Lya desde lo más alto de la montaña.

—No mamen, casi me cae en la cabeza, esa mujer está demente —Mencionó Alex muy asustado.

Los chicos tardaron en subir y después de aproximadamente veinte minutos subiendo la montaña, cuando por fin llegaron a la cima, Lya les hizo bajar, pues el entrenamiento era en el lago y no en la montaña.

—¡¡LA PUTA MADRE!! —Exclamó el enfurecido Alex.

Los tres jóvenes aprendices llegaron al lago y se encontraron con una vista hermosa, era demasiado tranquilo y los animales podían estar calmados alrededor.

—Mi nombre es Lya Amaya, el entrenamiento consiste en nadar por una hora, aguantar la respiración bajo el agua durante diez minutos y practicarán sus técnicas bajo el agua —Mencionó Lya mientras se retiraba su uniforme quedando en traje de baño.

—¡¿Pero qué mierda?! ¿De verdad ese será el puto entrenamiento? ¡Es inhumano! —Quejó Alex.

—Demonios... Piensa en dios, Eric.... —Pensó el joven Eric.

—Bueno, vayamos a hacer todo eso —Agregó Cami con un tono muy cansado.

Los jóvenes aprendices entraron al agua y realizaron las cosas que Lya dijo, el entrenamiento era demasiado difícil y era casi imposible de completar, más que nada por el hecho de aguantar diez minutos bajo en agua, no existía nadie en el mundo que pudiera hacerlo.

Habían pasado once horas desde que llegaron a la montaña, Lya se encontraba meditando en una roca a mitad del río y los chicos por fin habían acabado, se veían muy cansados.

—Solo diré que casi me ahogo quince veces.... —Dijo Eric fuera del agua con un pulso cardíaco muy agitado y los pulmones hechos mierda.

—A mí me gustó nadar, fue muy lindo y divertido ji, ji, ji —Mencionó Cami muy feliz.

De pronto, un gatito aparece en la pierna de Lya dejándole una carta, la chica la abrió y la leyó: "Eliminen al Corruptor de la llama azul".

—¡Mierda! ¡Nos iremos a asesinar a un puto Corruptor de Categoría Cinco! —Exclamó Lya avisando a los chicos.

—¡¿Categoría Cinco?! —Preguntó muy nervioso Alex.

—Vayamos de una vez, no hay tiempo que perder —Dijo Lya antes de irse.

—Vayamos de una vez, no hay tiempo que perder —Dijo Lya antes de irse

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DEFENDERS: aventuras en Ponos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora