Cap. 2

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Planes a última hora todo el día

|Axel|

—Hiciste muy bien en reportar ese accidente mi amor— rompe el silencio mi madre.

Un silencio sepulcral que yo mismo estaba creando por el disgusto que mi madre invitó a Mauricio y no me informó de ello.

Yo apenas levanté la vista de mi plato y asentí a sus palabras, aún molesto porque ella había invitado a Mauricio sin avisarme. Si lo hubiera sabido, habría preferido salir con Lucas o inventar una excusa cualquiera.

Repitiendo. No es que este enojado con mi madre, solo es que me incomoda estar estar cerca de Mauricio, me llegaban ciertas malas vibras que me helaban por completo. Llámenme loco pero en serio las sentía.

De repente mi teléfono empezó a sonar, me alegré de ello, lo tomé y contesté.

— Perdoname mamá —susurré

Pude sentir la mirada de enfado de mi madre, tome el celular y respondí la llamada.

—Disculpe hablo con Axel González

—Bueno, Lucas

—Disculpe, me temo que se equivoca, no soy Lucas

—¿Qué cómo?

—Si, está equivocado nosotros somos del equipo de Pedalea Team Bike y nos gustaría saber si...

— La interrumpí —

—Así perdón se me había olvidado por completo, voy para allá — colgué

—Mamá, perdóname en serio, se me ha olvidado que había quedado con Lucas — hablé levantándome de la mesa.

Lo sentia mucho por la señorita que se había tomado el tiempo de llamarme, no se que queria, pero luego le devolveré la llamada.

(Spoiler de la vida, no lo haría)

—Axel, no seas así, ¿No podías quedar con Lucas otro día?

—No, no puedo mama, es importante

—Mauricio se esforzó por venir aquí y almorzar en familia —alegó mi madre.

—"Familia", claro —pensé. Él y yo no éramos nada, como decía una canción que solía poner Lucas a todo volumen en la bocina, Ni parientes somos lo mismo a mí me da.

—Lo siento es importante

Mamá se cruzó de brazos enojada. Yo ya sabía que hacer.

—Lo siento, Mauricio te lo juro que te lo compensaré —mentí.

—Está bien, no te preocupes Axel —expresó Mauricio.

Le di una sonrisa falsa. Y me giré hacia mi madre.

—Me tengo que ir —anuncie, le di un beso en la frente y salí de casa.

Subí a mi moto y le marqué a Lucas.

—Lucas, ¿Estás haciendo algo?

—De acuerdo, allí te caigo

—Va, está bien, yo la llevo

—Si, si. Pasaré por ella

—Como sea

Tú labial rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora