-El llanto de un sollozo fuerte, atormento el Ducado por escasos minutos, cuando las puertas de la habitación en la que se originaba aquel llanto se abrieron abruptamemte asustando a todos en su interior, aún más a la omega que acababa de dar a luz y sostenía a su bebé con fuerza contra su pecho, con terror observando aquella joven adolescente, una alfa.
-Irina Evans Miller, una chica de 13 años, fruto del "amor"de los duques, primogenita y heredera al ducado Evans, estaba ahí, presente en aquella habitación donde hace poco una de las amantes de su padre había traído al mundo a quién era su hermanastro. Las parteras y sirvientas declinaron la cabeza lo más que pudieron, no deseando desatar la irá de la joven Heredera.
" Tu decides omega, o me muere aquí mismo tu hijo, o te arrastras y besas los pies de mis hermanos y de mí"
-No era un rumor que al Duque no le importaba lo que sucediera con sus amantes, el solo favorecía a su esposa y a su primera amante, aunque no era el tipo de atención que se esperaban. La vida de sus amantes dependida de estas mismas y de su primogénita, quien sólo mostraba su molestia al saber que un nuevo bastardo llegaría a formar parte de su familia.
" Por favor, se lo ruego, no haga daño a mi bebé, es tan solo un niño que acaba de nacer es su hermano"
-La omega quién se había arrastrado a duras penas a los pies de Irene, jalando levemente de las prendas de su pantalón, quién no dudo en patearle fuertemente el rostro al escuchar la palabra Hermano, Irene solamente tenía dos hermanos y nada más, solo consideraba la sangre de sus hermanos y de ella pura, al ser los únicos del matrimonio de su padre con su madre.
" Esta perra, desnudenla y llevenla al campo de entrenamiento y azotenla 50 veces, si no resiste a los 40 látigos y se desmaya, sumerjan a su hijo a la olla y denle de comer a las putas."
" Piedad por favor!! Moriré si lo hace, su alteza!!! Tenga piedad al menos de mi bebé!! Es un ser humano inofensivo!!"
-Los guardias arrastraron aquella mujer hacía el campo de entrenamiento y comenzaron con los latigazos. El bebé era llevado por la propia ama de llaves, una beta de 40 años, sabía lo cruel que estaba siendo su joven señora, pero aquella omega parecía haberla sacado de quicio.
"Hermana.....no creo que dios perdone esto, el bebé apenas y a dejado de llorar, su madre a muerte luego de que cumpliera con tus ordenes"
"Sía, querida hermana, mantente alejada de la ventana y has oídos sordos, deja que tu nana te cuente cuentos. Tu hermana mayor, solo asegura tu lugar en esta familia, para que a ninguno se les ocurra levantarse contra nosotros"
-Sía una pequeña de 7 años de edad, una beta dominante, ante los ojos de Irene, ella era un ángel que debía proteger a toda costa del infierno en que estaban, debía mantenerla como lo a estado haciendo, como si estuviera en el paraíso mismo. Abrazo el pequeño cuerpo de su hermana menor, la mimo de besos y abrazos, contándole cuentos de historias de amor.
três meses depois.
-Ivan Evans Miller, primer hijo y segundo primogénito de los Duques Evans, con tan solo 10 años de edad, ya había sufrido de la crueldad de su padre, por más que Irene, haya intentado salvarlo, lo inesperado pasó, Ivan, un chico siempre alegre, que amaba el arte y la música ahora estaba marchito, como un ave apunto de morir, pero no pasó, por más que lo deseó no pudo. Irene y Sía, juntos a su madre eran su luz, su vida y aria de todo para sobrevivir aún si eso implicaba morir en vida.
"Van cuatro...¿por qué están vivos?, padre parece quererlos más a ellos que nosotros, que somos hijos de su esposa."
"Es solo por esa niña que acaba de nacer, no te preocupes es momentáneo, luego se aburrirá e ira acostarse con otro omega y tendré nuevamente trabajo"
"Papá, el ¿quiere a esa bebe más que a mi?"
-Ambos hermanos mayores se detuvieron a fijar su mirada en su adorada hermana menor, negando con rapidez para mimarla haciendo que se olvidará de aquella pregunta. Más tarde por la noche, solo se escucharía los gritos de horror en la habitación donde dormía una bebé, una serpiente estaba deborando los ojos de aquella pequeña sin vida, mientras la omega pedía ayuda y la presencia del Duque Evans.
La esmeralda de mi ojos, la pequeña y única joya del Ducado, esa eres nada más que tu, Sía.
