Nova Star: La Guardiana Real

Capítulo 30: Skye Dash y la Fuerza del Viento

El sol brillaba en el cielo de Ponyville, pero el viento tenía una fuerza inusual ese día. Skye Dash volaba con gracia, cortando el aire con una velocidad impresionante, pero no podía quitarse de la cabeza un sentimiento de incomodidad. Aunque el cielo era su lugar favorito, hoy sentía algo diferente, algo que le pesaba en el pecho.

Skye Dash realizaba acrobacias, volando hacia el sol, girando y haciendo espirales en el aire, pero no se sentía tan ligera como de costumbre. Algo le preocupaba, algo que no podía comprender completamente. El viento ya no era su amigo constante, como siempre lo había sido. Sentía que el aire la empujaba hacia abajo, como si algo estuviera bloqueando su camino. No era el miedo a volar lo que la detenía, sino una sensación extraña de inseguridad.

Mientras surcaba el cielo, un grito familiar rompió la quietud del viento. Desde abajo, su madre, Rainbow Dash, volaba hacia ella con la velocidad que la caracterizaba. Aunque Rainbow Dash siempre parecía tener una confianza inquebrantable, hoy, Skye notó que su madre parecía preocupada, al igual que ella misma.

Rainbow Dash: (gritando por encima del viento) "¡Skye! ¿Qué pasa? Estás volando más bajo de lo habitual. ¡No me digas que estás cansada!"

Skye Dash, sintiendo la presión de su madre observándola, frenó su vuelo en seco y se posó suavemente sobre una nube cercana. Miró a Rainbow Dash con los ojos llenos de dudas, aunque intentó ocultarlo.

Skye Dash: (inquieta) "No es eso, mamá... No estoy cansada, pero siento que... que hay algo que no estoy logrando. Siempre he volado tan alto, tan rápido, y ahora... no sé, siento que estoy estancada."

Rainbow Dash se acercó a ella con una sonrisa confiada, pero sus ojos mostraban algo más. No era solo la pegaso audaz que Skye conocía; había una comprensión profunda en su mirada. Rainbow aterrizó junto a su hija, dándole espacio, pero se quedó lo suficientemente cerca como para escucharla bien.

Rainbow Dash: (con tono suave) "Skye, ¿qué te pasa? Te conozco mejor que nadie, y nunca te había visto así. Tienes ese brillo en los ojos, pero también... esa sombra de duda. ¿Qué te está preocupando?"

Skye Dash dejó escapar un suspiro profundo y miró hacia el horizonte, como si el viento pudiera darle alguna respuesta. No sabía cómo expresar todo lo que sentía. Se giró hacia su madre y sus palabras salieron de forma abrupta.

Skye Dash: "Es que... siempre he estado segura de mí misma, mamá. Siempre supe que era buena en el vuelo, que podía ser una líder, como tú. Pero últimamente... siento que hay algo más allá de lo que puedo alcanzar. Algo que no sé cómo conseguir."

Rainbow Dash se acercó y, con una leve sonrisa, tocó la ala de su hija con ternura.

Rainbow Dash: "¿Sabes? Yo también tuve esas dudas. Cuando me uní a las Wonderbolts, pensaba que no estaba lista. Pensaba que, por mucho que volara, no era suficiente. Pero te voy a decir algo que aprendí por las malas. A veces, no se trata de estar lista, ni de ser perfecta. Se trata de volar a pesar del miedo. Volar con todo, aunque no tengas todas las respuestas."

Skye Dash se quedó en silencio, mirando a su madre como si por fin empezara a entender algo. Aunque Rainbow Dash hablaba con confianza, Skye sentía que esas palabras tenían algo más profundo.

Skye Dash: (mirando a su madre, con una pequeña sonrisa) "Entonces... ¿es eso lo que me ha faltado? ¿El coraje para seguir volando, incluso cuando tengo miedo?"

Rainbow Dash asintió con firmeza, pero con una mirada cálida.

Rainbow Dash: "Exactamente. El miedo nunca desaparece por completo, pero lo importante es lo que haces con él. Todos sentimos miedo, incluso yo. Pero lo que marca la diferencia es lo que decides hacer con ese miedo. Si dejas que te detenga, entonces nunca volarás tan alto como podrías. Si aprendes a volar con él, a pesar de él, entonces el cielo no tendrá límites."

Skye Dash se sintió conmovida por las palabras de su madre. Durante mucho tiempo, había creído que ser valiente significaba no tener miedo. Pero ahora entendía que la verdadera valentía era enfrentarse a ese miedo y seguir adelante.

Skye Dash: (mirando el horizonte, un poco más confiada) "Entonces, ¿tú también sentiste que no podías llegar tan lejos? Pero... seguiste volando, ¿no es así?"

Rainbow Dash sonrió con una mezcla de orgullo y ternura.

Rainbow Dash: (mirando el cielo) "Sí, exactamente. Y eso es lo que quiero para ti. No importa lo que pase, siempre vas a ser capaz de volar tan alto como quieras, Skye. No dejes que nada te diga lo contrario."

Skye Dash dio un paso hacia su madre, y en ese momento, ambas pegaso se abrazaron en el aire. El viento, antes pesado y abrumador, ahora se sentía más liviano, como si lo estuvieran domando juntas. Rainbow Dash envolvió a su hija con sus alas, y por un momento, Skye sintió que el peso en su corazón desaparecía.

Skye Dash: (murmurando mientras se separaba) "Gracias, mamá. No sé qué haría sin ti."

Rainbow Dash la miró con una sonrisa brillante.

Rainbow Dash: "Lo harías bien, porque eres mi hija. Pero me alegra que siempre me tengas a tu lado. Ahora, ¿qué te parece si vamos a dar un paseo por el cielo? Te apuesto a que después de eso, te sentirás mucho mejor."

Skye Dash sonrió, una sonrisa genuina, y asintió con energía.

Skye Dash: "¡Vamos, mamá! ¡A volar!"

Juntas, ambas pegaso se lanzaron al aire, como un rayo que cortaba las nubes con valentía y determinación. Skye ya no temía tanto al futuro. El viento ya no era su enemigo. Sabía que, aunque el camino por delante no siempre fuera fácil, siempre tendría a su madre para volar a su lado.