Capitulo 2. la confianza de papá

115 16 0
                                    

Los personajes de Rwby no son míos, todos sus derechos a sus respectivos dueños.

+++

Yang Xiao Long siempre había sido madrugadora, aunque no por gusto. Después de una noche de sueños cortos y la insistente luz del amanecer entrando por la ventana de su dormitorio, decidió levantarse antes que sus compañeras.

"Un sábado y ya estoy activa… esto es nuevo," pensó con una mezcla de sarcasmo y resignación mientras se ponía su chaqueta amarilla y ajustaba sus guantes.

Caminó por los pasillos de Beacon con un paso relajado, disfrutando del raro momento de tranquilidad. Cuando llegó a la cafetería, esperaba encontrar el lugar vacío, pero se sorprendió al ver a Jaune sentado solo en una mesa, mirando su taza como si estuviera sumido en sus pensamientos.

—¿Jaune? —dijo Yang, arqueando una ceja mientras se acercaba—. ¿Qué haces aquí tan temprano? Pensé que estarías roncando en tu cama después del desastre de ayer.

Jaune levantó la vista, visiblemente sorprendido por su llegada.

—¿Yang? ¿Ya es tan tarde?

—Ya son las seis y pico, genio. —Yang rió, sentándose frente a él sin pedir permiso—. ¿Perdiste la noción del tiempo o qué?

—Algo así. —Jaune se pasó una mano por el cabello, despeinándolo aún más. Su voz sonaba tranquila, pero sus ojos reflejaban algo más. Yang lo notó al instante.

—¿Qué pasa? —preguntó, inclinándose hacia adelante con una sonrisa burlona—. Te ves un poco… diferente.

Jaune frunció el ceño.

—¿Diferente?

—Sí, como si de repente hubieras ganado algo de confianza o algo así. No me digas que Pyrrha te dio uno de sus discursos motivadores otra vez.

Jaune rió suavemente, una risa que parecía más segura que antes.

—No es nada del otro mundo —dijo, apoyándose en la silla—. Tal vez estoy viendo el futuro con nuevos ojos.

Yang entrecerró los ojos, evaluándolo con sospecha.

—Mmm… eso sonó un poco raro. ¿Estás seguro de que no hay nada más?

Jaune negó con la cabeza, aunque su sonrisa se mantuvo.

—No te preocupes, Yang. Solo estaba reflexionando un poco.

Antes de que Yang pudiera seguir interrogándolo, las puertas de la cafetería se abrieron de golpe, y el resto del equipo RWBY entró.

Ruby estaba al frente, con una sonrisa brillante y una energía que no correspondía a la hora. Blake caminaba detrás, con un libro en las manos, aparentemente leyendo mientras avanzaba. Y Weiss, como siempre, tenía una expresión de ligera irritación.

—¡Jaune! —dijo Ruby al verlo, su voz clara y animada mientras corría hacia él.

Weiss, sin embargo, tenía otras cosas en mente.

—¿Dejaste poca agua caliente otra vez, Yang? ¡Nos quedamos sin tiempo para ducharnos las tres!

—Oh, vamos, Weiss. El agua caliente es un lujo, no un derecho —respondió Yang con una sonrisa despreocupada.

Mientras las dos discutían, Ruby llegó junto a la mesa de Jaune y se inclinó hacia él.

—¡Hola, Jaune! ¿Qué haces despierto tan temprano?

Jaune la miró, y para sorpresa de Yang, respondió con una sonrisa tranquila, sin rastro de la torpeza habitual que siempre lo caracterizaba alrededor de Ruby.

Soy tu hija del futuro!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora