Sentía la fria mirada de aquella criatura sobre mi , estaba suficientemente aturdido como para no poder ver claramente el rostro de lo que era eso , por el miedo me quede helado rogando que no se acercara aunque al parecer eso no estaba en los planes de la criatura, mis ojos se cerraron nuevamente, un escalofrío recorrió mi columna al escuchar la retumbante voz del chico
—abre… abre los ojos
Su voz era tan gruesa que parecía que sus cuerdas vocales casi nunca estaban en funcionamiento. No se por que pero hice cado ante la orden, su rostro era pálido, parecía un hombre de 22 años ,su cabello estaba enredado como si nunca hubiera se hubiera cepillado, igual su barba café sucia, aquel hombre desprendía un olor a carne podrida, pero todo eso se me olvidó al ver sus hermosos ojos ,uno era amarillo con naranja y el otro era violeta con azul, uno era tan bello como el atardecer y el otro tan frio como una noche estrellada ,mis ojos estaban perdidos en su mirada
—quie- quien eres?
Dije tartamudeando sin saber como reaccionar. Aquél hombre paso su mano callosa por mi mejilla evitando que sus uñas desgarraran mi piel ,fue el abrazo mas incómodo de mi vida, no entendía que pasaba ¿Por qué esa criatura hacía eso? Era lo único que podía pensar
El tiempo paso tan lento que parecieron años en ese abrazo aunque era tan incómodo termine dormido en sus brazos, al despestar lo primero que vi fue el blanco de la habitación del hospital, me senté en la camilla algo aturdido, al pasar los minutos unos policías llegaron para interrogarme al parecer alguien había llamado desde mi teléfono, cuando ellos llegaron yo ya estaba en el piso dormido y mas al fondo encontraron los cuerpos de trent y los otros chicos casi completamente descuartizados era un milagro que yo siguiera vivo… pero ¿Por qué? ¿Por qué no me hizo nada?
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Heterocromía
Romance(el título a un esta en desarrollo) soy un chico con heterocromía, Últimamente an ocurrido asesinatos en mi ciudad, no hace unos días la pareja de compañeros de mi escuela fue encontrada muerta reciente mente, a un qué no fueron las únicas víctimas