¿Qué pasa cuando dos de las mafias más peligrosas se unen ? ¿Qué cuando la inocencia y la demencia se mezclan ¿Qué pasa cuando la química y herbolaria se combinan?
Jung Hoseok es un dulce bebé, es el hijo del medio de una familia exitosa que domina...
—Esta historia es una de las más románticas de la familia Jung, quise contarla pues sé que hay muchas personas que les gusta el buen chisme.
— En realidad me lo contarás porque no podemos hacer otra cosa que hablar de algo. — dijo Jimin recostado boca abajo en la cama, había ocurrido un problema en los terrenos de la mansión y Hoseok había ido a cuidar a su amigo quien se recuperaba por el hermoso tatuaje en su espalda.
— ¿Quieres que te cuente o no?
— Empieza.
Entonces Hoseok empezó...
Habían dos mafias muy poderosas, una liderada por un capo muy astuto y violento quien se casaba para tener hijos y no funcionaba hasta que se casó con un yerbatero que le robó el corazón y sanó todos sus doleres. Su descendencia fue prolífera, después de no tener tuvieron seis hijos hermosos, entre ellos mi abuelo Dong-Yoon el mayor de los gemelos, fue el padre de mi papá Hae-In y mi tío Jae, mi tía Yon-Ah. El otro es Dong-Yeon quien fue que nos regaló al tío Jhope y a sus hermanos mayores, estos viven en Daegu.
La segunda mafia era la liderada por mi antepasado, Hoseok conocido por todos como Honey, él tuvo muchos hijos, entonces, por obra del destino se conoció con el Yerbatero y decidieron unir sus familias al casar a los hijos de los Jung con las hijas de Honey.
Bueno así empezó todo, Dong-Yeon se fue a Daegu para ser el capo de aquella ciudad junto con su esposa e hijos, el menor era Jhope. Desde pequeño amaba ver a su madre vestirse con aquellos vestidos hermosos y sus prendas, los zapatos eran preciosos, pero él solo era un doncel que no podía usar aquellos zapatos tan hermosos y debía limitarse a unos más sencillos.
— Papá, dime que sí puedo.
— Hijo, eso depende de tu madre... Ella es quien puede llevarte a esa tienda. Hoy tengo mucho trabajo, me encontraré con los Min.
—Está bien. — Jhope sonrió, aquella tienda vendía hermosos zapatos que le quedaría muy bien, tenía dicsisiete años y vestía siempre como una chica, nadie podía decirle nada referente a aquella vestimenta pues sus abuelos lo protegían a solo y sombra. Además había nacido con los dones de su abuelo Yerbatero y, obvio tenía la belleza de los Jung. Así como yo, que soy lindo, adorable y sexy.
Jhope fue con su madre y su prima Yon-ah a comprar la vestimenta que usarían en la boda de su primo con el amor de su vida, hablo de mis papis. Les cuento que Jungkook nació antes de que se casaran pues mis padres eran unos algres para las cosas del amor. También debían comprar la ropa para el cumpleaños del Capo de Daegu, Jhope quería verse hermoso y que nadie pudiese negar que aquellas prendas le quedaban de maravillas.
El sexy Min Yoongi había terminado la reunión y decidió ir a una joyería donde compraría unos aretes para su amante, ya no deseaba estar con ella. Siempre era lo mismo, amaba a las mujeres pues eran bellas, sin embargo, al hacer el amor, todo era muy distinto. Con facilidad se aburría de ellas y prefería buscar otra y otra más. Ese día al pasar por una tienda observó a una mujer demasiado hermosa, se probaba unos zapatos rojos.
Sin embargo, no sabía que le había hecho cambiar de opinión y se decidió por otros, entonces se acercó a la tienda y compró los zapatos por puro impulso, siguió a la chica que al estar cerca notó que era muy joven, pero aún así le detuvo.
— ¡Señorita!—Jhope se dio vuelta y lo vio.
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