Dulces engaños

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Hoseok se vistió con sus mejores prendas, su padre y su madre lo veían tan adorable que le tomaron fotos cuando salió de la habitación. Se fue a la cocina y todas empezaron a temblar, pues aquel pequeño era muy peligroso, entonces SeoJoon se acercó a él esperando convencerlo de ir al desayuno que su padre había organizado para su nuevo consiglieri y ejecutor. 

─ Amo Honey....

─ ¡Hola, SeoSeo!─ dijo abrazándolo y dándole un beso en la mejilla. ─ ¿Por qué Jimin no estaba a mi lado? ─ dijo mostrando una mirada triste, SeoJoon tragó en seco y observó al joven que esperaba una respuesta satisfactoria. En eso Jimin entró a la cocina con una canasta de ropa sucia, renegaba por lo que había pasado con Jungkook. ─ ¡Por Dios! ¿Por qué mi hermano, mi soulmate, mi Mochi está trabajando de sirviente?─ dijo quitando la ropa y abrazándolo. 

─ Hobi, papá me envió a la limpieza... Ya no podré estar contigo hasta...

─ ¡No! ¿Por qué me odias SeoSeo? Me quitas a alguien que amo solo porque me hace feliz... ¡No es justo, no es justo, no es justo!─ Hoseok pataleaba sentado en el piso, SeoJoon se puso nervioso y se acercó a él. 

─ No llores, solo fue por hoy porque necesitaba su ayuda.

─ Pero me dijiste que ni pensara en volver a estar con Hobi...─ Calló cuando su padre le vio con una mirada asesina. 

─ ¿Es verdad? Nunca más...

─ No, estará a tu lado justo como siempre, no llore amo Hobi. ─ Hoseok se puso en pie y sonrió tomó la mano de Jimin y le pidió ayuda para hacer su té. Cuando tuvo todo listo salió de la cocina, vio al invitado de su padre y sus ojos brillaron de emoción. 

─ ¿Ese no es...?─ Preguntó Jimin, pero Hoseok le hizo una señal para hacer silencio. ─ Ok... ¡Por fis! No hagas locuras...

Hoseok se acercó a su padre y tocó su hombro, colocó sus manos en su espalda y veía a todos con aquella inocencia que le identificaba. ─ Te presento a mi más grande tesoro, es intocable y nadie puede desobedecerlo, mi bebé Jung Hoseok, Honey. ─ Aquella sonrisa inocente guardaba un completo infierno para Taehyung. 

─ ¡Hola, señor Consiglieri de papi! ─ dijo dándole la mano, Taehyung tragó en seco y le dio la mano, pero Hoseok se puso de puntitas y le dio un beso en la mejilla, como hacía con todos, Hae-In lo alejó de Taehyung pues su hijo era intocable, aunque Taehyung ya le había tocado hasta las entrañas. 

El desayuno empezó y Hoseok no dejaba de ver a Taehyung, este comía y conversaba con Hae-In acerca de los negocios que los chinos querían llevar a Corea, eso era muy malo para ellos pues las drogas volvían estúpidos a las personas y después no pagaban deudas. 

─ Con permiso. ─ dijo Hoseok.

─ ¿Te has aburrido, Sugar?

─ Nopi, es que debo ir a hacer del uno. ─ dijo mostrando un dedito y las mejillas sonrojadas. Taehyung solo recordó al chico que le había pedido robarle la virginidad y no entendía cómo podía verse tan adorable. Hoseok se fue al baño, entonces Taehyung recibió un mensaje donde le pedía disculparse e ir al baño, le respondió que no podía y que no se volverían a ver. 

De pronto Taehyung se escapó de ahogar con el agua, su secretario se acercó para auxiliarlo y Jungkook se preocupó por la reacción. ─ ¿Sucede algo? ¿Una mala noticia?

─ Es algo muy importante de un negocio en Japón... ¿Puedo hacer una llamada?─ Preguntó y Hae-In asintió, salió del comedor y un hombre mal encarado estaba viéndolo, estaba sentado y cuando se acercó le hizo una señal de a donde debía ir. Taehyung asintió y llegó al baño, Hoseok estaba sentado en la mesa de mármol del lavabo. 

Honey, Watermelon sugar 🍉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora