Como siempre, Mariette se preparaba para un largo, tenso y aburrido fin de semana, o eso era lo que ella opinaba de sus fines de semana. La idea de pasar un fin de semana entero con su familia no era del todo agradable, nunca lo era, "Solo dos días, solo dos días." repetía una y otra vez.
Todo lo que hacia durante el fin de semana comenzando por el viernes después de la escuela era ver una película con sus hermanos, ya que sus padres salían a divertirse cada viernes por la noche sin falta, entonces Mariette sabia que tenia que quedarse en casa y cuidar a sus hermanos y esperar a que sus padres llegaran para asegurarse de que su madre llegara bien. Los sábados decidía visitar a sus abuelos maternos de ves en cuando ya que hacia años que su madre y su abuela no tenían una buena relación y cuando Mariette le rogaba ir a casa de su abuela, esta le negaba rotundamente la salida, le decía que prefería quedarse encasa a ver una película que ir a pelearse por cosas insignificantes así que Mariette decidía ir un pequeño rato a saludarla porque no podía dejar solos a sus hermanos por mas de una hora o su madre se enfadaría.
Los domingos parecían repetirse cada semana, pues eras siempre los mismos, despertar temprano y hacer el desayuno para sus hermanos ya que ellos tenían la maldita mala costumbre de despertar muy temprano los domingos así que después de hacer el desayuno ya no podía dormir de nuevo, escombraba gran parte de la casa, arreglaba el jardín pues esto era como un hobby para Mariette ya que tenia un amor por la naturaleza y amaba las plantas y le encantaba escuchar a los pajaritos cantar por las mañanas y sentir el césped mojado en sus descalzos pies, el olor a.. naturaleza, la tranquilidad que esta le daba era algo que le encantaba. Le hacia recordar aquellos días en los que su abuelo la llevaba a acampar cuando era una niña, cada 9 de Enero la llevaba a acampar desde que ella tenia memoria, la llevaba ese día porque era el día en el que su esposa había fallecido, la abuela de Mariette había muerto un poco mas de dos meses antes de que ella naciera.
Amaba ir a acampar por varias razones, su abuelo siempre le contaba la historia de como había conocido a su abuela, la contaba como si fuera la primera vez que lo hiciera, con un brillo en los ojos y ella siempre lo escuchaba detenidamente, a veces llegaba a pensar que lo había sacado de una película de romance o de un libro o que simplemente se lo había inventado porque la historia parecía sacada de un cuento, pero sabia que el nunca le mentía, su abuelo era la persona mas confiable en el mundo y sabia que pasara lo que pasara el nunca se guardaría algún secreto y mucho menos le mentiría.
Pero recordar aquellos días con su abuelo solo hacia que se sintiera mal, había dejado de ver a su abuelo al cumplir los 9 años ya que el padre de Mariette odiaba a su propio padre, ¿Por que?, no lo sabia, un día solo le dijo que se alejara de su princesa, que estaba loco por lo que decía y que el se encargaría de que nunca la viera de nuevo. Mariette nunca se atrevió a preguntarle porque los había separado, recordaba que su abuelo le decía que tuviera cuidado, que era una niña muy hermosa y que por eso mismo tenia que ser cuidadosa, "Las personas parecen buenas, Mariette, pero escúchame muy bien amor mio, nadie ni nada en el mundo es lo que parece.".No entendía a que se refería o mas bien no entendía a quien se refería, no podía decirlo por el mismo porque ella lo conocía mas que bien, lo decía por alguien mas pero hasta ahora no sabia a quien se refería su abuelo y estaba dispuesta a averiguarlo.
Ya después de arreglar el jardín se disponía a leer gran parte del la tarde, normalmente nunca había nada que hacer en los domingos, después de leer solo preparaba la cena para sus hermanos, para su madre y su padre si es que estaban en casa se iba a la cama, nunca le daba hambre, y menos a esas horas. Y así eran todos los fines de semana.
Eran las 9 de la noche, los hermanos de Mariette ya estaban dormidos y ella se había puesto la pijama, preparado un café y tomado un libro cuando su celular comenzó a sonar, era Paula.
