Jeongin comienza un nuevo curso lleno de muchas ilusiones, especialmente porque le gusta Hyunjin, su compañero de clase y amigo. Todo parece ir bien al descubrir que estará en clase junto a sus amigos, pero la llegada de una nueva estudiante lo camb...
El sol brillaba con fuerza al día siguiente, iluminando la clase con un aire fresco que no coincidía con el humor de Jeongin. Había pasado la noche pensando en todo lo ocurrido el día anterior: Hyunjin bajo la sombrilla con Seoyeon, su propia soledad en el camino a casa, y cómo las cosas parecían estar cambiando entre ellos.
Al llegar al colegio, Jeongin se encontró con Seungmin y Felix en la entrada. Aunque intentaron animarlo con su conversación ligera sobre un videojuego nuevo, Jeongin solo asentía de vez en cuando, sus pensamientos muy lejos de ahí.
Las primeras dos clases transcurrieron lentamente. Jeongin trató de enfocarse en los ejercicios de matemáticas, pero su mente divagaba constantemente. A unos asientos de distancia, Hyunjin estaba inclinado hacia Seoyeon, señalándole algo en su cuaderno con una sonrisa despreocupada. Jeongin miró de reojo esa escena, preguntándose si siempre había estado tan consciente de cada movimiento de Hyunjin.
Finalmente, llegó la clase de proyectos, y la profesora anunció que el grupo podría salir al patio para comenzar a grabar.
—Recuerden organizarse bien y aprovechar el tiempo —dijo mientras los chicos se levantaban con entusiasmo, cargando cámaras y bocetos del guion.
En el patio, Chan tomó el mando del equipo, como solía hacerlo. Dividió las tareas mientras el grupo se reunía bajo la sombra de un árbol.
—La primera escena será sencilla —explicó, señalando un área despejada—. Minho y Seoyeon corren juntos cogidos de la mano, y Jeongin los sigue. Queremos capturar movimiento y energía.
—¿Y yo grabo? —preguntó Hyunjin rápidamente, tomando la cámara de las manos de Seungmin antes de que alguien más pudiera ofrecerse.
—Está bien, pero asegúrate de que se vea natural —respondió Chan, entregándole la cámara con una advertencia amistosa.
Seoyeon y Minho se colocaron al frente, tomándose de la mano como si fuera lo más natural del mundo. Jeongin se ubicó detrás de ellos, esperando la señal para empezar.
—Listos, acción —dijo Hyunjin desde su posición detrás de la cámara.
La escena comenzó. Minho y Seoyeon corrían riendo, sus manos entrelazadas mientras se movían con una coordinación que parecía espontánea. Jeongin los seguía desde atrás, intentando proyectar la mezcla de emociones que el guion pedía: admiración, tristeza y un toque de resignación.
Hyunjin los seguía con la lente, pero su expresión se endurecía a medida que grababa. Sus ojos se fijaron en la forma en que Minho sonreía, en cómo sus dedos se entrelazaban con los de Seoyeon, y sintió una punzada de celos que no pudo ignorar.
—¡Corten! —gritó Felix, interrumpiendo el momento.
—Creo que salió bien —comentó Chan, mirando la grabación rápidamente en la pantalla—. Aunque podríamos repetirla para tener más tomas.
—No hace falta repetirla —interrumpió Hyunjin de manera brusca, apartando la cámara antes de que alguien más pudiera revisarla.
—Tranquilo, hyung —murmuró Jeongin, notando el tono de Hyunjin.
Hyunjin no respondió y comenzó a caminar de vuelta al salón, apretando los labios mientras miraba la grabación en la pantalla de la cámara con una mezcla de rabia y frustración.
De vuelta en el aula, Jeongin sintió cómo la tensión en el aire crecía. Seungmin, siempre observador, inclinó la cabeza hacia él mientras guardaban sus cosas.
—¿Qué pasa, Jeongin? Te ves raro.
—Nada, hyung. Solo estoy cansado —mintió, pero la mirada de Seungmin le indicó que no estaba convencido.
Mientras tanto, Hyunjin y Minho caminaban juntos hacia el salón. Pero antes de llegar, Minho lo agarró por el brazo, deteniéndolo en el pasillo.
—Hyunjin, tenemos que hablar —dijo, su tono más serio de lo habitual.
—¿Qué pasa ahora? —respondió Hyunjin con una mezcla de cansancio e irritación.
Minho vaciló un momento, pero decidió no darle más vueltas. —Creo que me gusta Seoyeon.
Hyunjin lo miró fijamente, sus ojos oscuros como un pozo sin fondo. Por un momento, no dijo nada, y Minho pensó que tal vez no había escuchado.
—¿Ah, sí? —dijo finalmente Hyunjin, con una sonrisa que no llegó a sus ojos—. Qué interesante.
—¿"Interesante"? —repitió Minho, cruzando los brazos—. ¿Eso es todo lo que tienes que decir?
—No sé qué esperabas, Minho. ¿Que te felicitara?
El tono de Hyunjin era gélido, y Minho dio un paso atrás, confundido. Siempre habían tenido una relación cercana, pero esto era nuevo. Hyunjin nunca había actuado así con él.
—¿Qué te pasa? —Minho lo encaró, su voz alzándose un poco más de lo que planeaba—. No entiendo por qué estás actuando de esta manera.
Hyunjin apretó los labios, pero algo en su interior se rompió. —¿Quieres saber por qué? Porque yo también estoy interesado en Seoyeon.
El silencio cayó como una losa entre ellos. Minho abrió la boca para responder, pero no encontró palabras de inmediato.
—¿Y eso qué? ¿Ahora vamos a pelear por ella? —dijo finalmente, con una mezcla de incredulidad y molestia.
—No sé tú, pero yo no voy a dejar que me la quiten tan fácil —contestó Hyunjin, su voz baja pero cargada de tensión.
Ambos se miraron fijamente, como si un abismo se abriera entre ellos. Lo que alguna vez había sido una amistad sólida ahora parecía al borde del colapso.
—Entonces, supongo que veremos quién se queda con ella —respondió Minho, con un tono desafiante antes de girarse y volver al aula, dejando a Hyunjin detrás.
Mientras tanto, Jeongin observaba desde el otro extremo del pasillo, sin escuchar las palabras exactas, pero percibiendo claramente la tensión. Su pecho se sentía pesado, y un pensamiento cruzó su mente: "Hyung... ¿Al menos ocupo un pequeño lugar en tu cabeza?"
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