𝗠𝗶𝘅𝘁𝗮𝗽𝗲: 𝗢𝗻 𝘁𝗿𝗮𝗰𝗸 ⚊𝗛𝘆𝘂𝗻𝗶𝗻

𝗣𝗥𝗢́𝗟𝗢𝗚𝗢

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El sonido del despertador llenó la habitación, rompiendo el silencio de la mañana. Jeongin abrió los ojos lentamente, aún adormilado, pero con una chispa de emoción recorriéndolo. Hoy era el primer día de clases, y aunque fingiera indiferencia, no podía evitar sentir el cosquilleo de las expectativas. Este año sería diferente, se repetía a sí mismo.

Frente al espejo, Jeongin pasó los dedos por su cabello recién teñido. Había dejado atrás el castaño claro que lo acompañó el año pasado, cambiándolo por un negro brillante que contrastaba con su piel. Una decisión impulsiva, pero que ahora parecía adecuada. Quería empezar el curso con una nueva versión de sí mismo, una más segura.

—Me veo bien —murmuró, ajustando el cuello de su uniforme. Quería verse lindo, aunque no lo admitiría en voz alta. En el fondo, sabía que lo hacía porque Hyunjin estaría ahí. Hyunjin, con su sonrisa perfecta y esa forma despreocupada de hablar, como si nada pudiera afectarlo.

El camino al colegio estuvo lleno de estudiantes que caminaban en grupos, riendo y compartiendo historias del verano. Cuando Jeongin llegó, vio a sus amigos esperándolo en la entrada. Chan fue el primero en saludarlo, dándole una palmada en el hombro. Felix y Seungmin no tardaron en unirse, llenando el aire con bromas y risas.

—¡Hey, Jeongin! —dijo Seungmin, mirándolo de arriba abajo—. ¿Te teñiste el cabello?
Jeongin asintió, tratando de no parecer demasiado orgulloso.
—Sí, quería un cambio. ¿Qué tal se ve?
—Te ves genial —respondió Felix con una sonrisa cálida—. Aunque ahora pareces más misterioso.

Mientras charlaban, Jeongin buscaba discretamente a Hyunjin con la mirada. Y ahí estaba, de pie junto a Minho, con esa postura relajada que siempre lo hacía destacar. Hyunjin saludó al grupo con una mano y una sonrisa que hacía que todo pareciera detenerse por un instante.

El entusiasmo creció al enterarse de que todos estarían en el mismo salón. Entraron juntos, ocupando los asientos traseros como siempre. Pero entonces, la profesora interrumpió la algarabía con una noticia.

—Este año tendremos una nueva compañera —dijo, mientras la puerta se abría para dejar pasar a una chica que irradiaba confianza. Su cabello caía en ondas suaves, y su sonrisa despreocupada fue suficiente para capturar la atención de todos en la sala. Especialmente la de Hyunjin.

Jeongin sintió un leve nudo en el estómago mientras observaba cómo Hyunjin y Minho intercambiaban miradas, claramente impresionados por la presencia de la nueva. Por fuera, intentó mantener la calma; por dentro, la inseguridad comenzaba a asomarse.

Porque mientras los demás veían en ella una novedad emocionante, Jeongin solo podía pensar en lo invisible que se sentía en comparación.

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