𝐅𝐚𝐥𝐨𝐟𝐢𝐥𝐢𝐚╰┈➤ 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐫𝐪𝐮𝐢𝐧𝐨˚₊·

𝟎𝟷𝟷 → 𝙾⭑.ᐟ

⚊A-Ah... uf, puta madre, Aquino ⚊Conter suspira, entrecortado, apretando las sábanas bajo su cuerpo entre sus dedos. Aquino lo mira, atento, hambriento, deleitándose con la excitada expresión que poseía Conter en su rostro. Por su frente descendían gruesas gotas de sudor, sus ojos estaban entreabiertos, más oscuros de lo usual, sus labios se encontraban muy húmedos y con porciones rojizas  por las mordidas que el mismo se proporcionaba. Estaba hecho un auténtico y hermoso desastre, y él era causante y eso le encantaba.

Acuna en el interior de su boca los testículos de Conter, succionando intensamente fuerte y haciéndole apretar la expresión de su rostros, soltando una maldición al aire, bastante fuerte.

Los lamio un  poco antes de arrastrar su lengua por la larga extensión del miembro hasta llegar a la punta y mimarla con devoción, dándole pequeños besos calientes y un par de succiones que hicieron levantar a Conter las caderas del colchón. 

⚊Tragatela toda ⚊demanda Conter, llevando sus manos al cabello de Aquino. Este sonríe levemente e ingresa una pequeña parte en el interior de su boca, haciendo sisear al menor⚊. Se que puedes tragatela más profundo, vamos...

Aquino gime alrededor del grueso falo en su cavidad bucal, aumentando la profundidad con la que lo succiona. Los sonidos húmedos hacen que, para Conter, todo sea casi demasiado. Aquino sumerge el gran miembro hinchado del menor en su boca, hasta donde más puede, y, con ambas manos, abarca lo que no alcanza entrar, masajeando con esmero y buscando hacer acabar al menor en su boca lo mas pronto posible.

Se moría por sentir el orgasmo del menor en su boca, viajando por su garganta e inundando sus papilas gustativas con el amargo sabor su esencia. Quería sentir esa caliente semilla derramándose a lo largo de su lengua y quería que fuese abundante.

La sensación de ahogo y mareo al no poder respirar correctamente por las furiosas y nada complacientes embestidas de Conter a su garganta lo hacía sentir como si fuese una puta, pues solo se excitaba mucho más.

Intento llevar una de sus propias manos a su erección, buscando un poco de alivio, sin embargo, al notar aquel detalle, el menor gruño, mirando a Aquino con los ojos líquidos en lasciva y muy enojados. 

⚊Si quieres correrte, hazme correr primero ⚊le advierte, con la voz ronca como el infierno. 

Aquino gimió en desaprobación, pero aquello le hizo querer hacerle terminar mucho mas rapido, asi que, tomando aire profundamente, logró meter un poco más de la mitad en su boca, sintiendo arcadas. La saliva se acomulaba en abundancia en sus manos, las cuales masturbaban a Conter efusivamente.

Siguió chupando mas fuerte y empalando su boca en la gran dureza del menor hasta que movió abusivamente las caderas, dejándose caer del todo en la cama. Aquino pensó, entonces, que se correría, pero Conter se sentó de repente y le empujo de los hombros, apartándolo por completo de la erección.

Aquino le miro confundido. Conter se limitó a besarle en los labios con necesidad. Una vez logró juntar suficiente fuerza de voluntad para apartarse de la boca de Aquino, Conter le obligó a ponerse de espaldas.

⚊Ponte en cuatro ⚊ordenó, con la voz grave. Aquino obedeció, un poco aturdido.

El menor se ubicó debajo del cuerpo de Aquino, completamente acostado con su cabeza en la almohada y dejando el culo empinado de este gusto en su rostro. Aquino entendio lo que el menor pretendía hacer cuando este empujo su erección contra su boca, indicándole silenciosamente que siguiera chupando.

Y estuvo a punto de hacerlo, pero, en ese momento, Conter ahondó en su entrada con su lengua de repente, como en la madrugada, y Aquino se retorció, arqueando la espalda.