𝐅𝐚𝐥𝐨𝐟𝐢𝐥𝐢𝐚╰┈➤ 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐞𝐫𝐪𝐮𝐢𝐧𝐨˚₊·

𝟎𝟎ꝯ ⟼ 𝙸 ๋࣭ ⭑

Conter soltó un pequeño gemido cuando sintió, de nuevo, aquel rose en su entrepierna. No estaba seguro de lo que estaba pasando, pero tenía demasiado sueño, no quería abrir los ojos.

O al menos, así fue hasta que distinguió un gemido más... que no era suyo.

Abrió los ojos en el momento preciso que todos los recuerdos de la noche anterior se desbordaron en su mente como una avalancha. Se sobresaltó un poco, abriendo los ojos de golpe y encontrándose la cabellera de Aquino recostada  en su pecho cómodamente. 

Movió las piernas un poco, notando de inmediato la razón de sus gemidos y los de Aquino: ambos tenían las piernas enredadas con las del otro, por lo que era de esperarse que sus entrepiernas quedase juntas y frotandose entre si.

No le tomó demasiado darse cuenta de que no podía moverse, pues los brazos de Aquino estaban fuertemente aferrados alrededor de su cintura, dejandolo inmovil.

Cerró los ojos con fuerza, intentando imaginar una idea de lo que le diría Aquino y como este podría reaccionar ante la historia nada trágica de Conter estaba deseando contarle, pues quería que Aquino entendiese el porque su actitud de siempre y la de la noche.

No iba ser algo fácil de contar, porque probablemente se reiría de él. Pero Aquino le gustaba... y quería intentarlo con el. Por mas que le costase el autocontrol, deseaba que con Aquino no fuese únicamente algo sexual.

Sintió un par de cosquillas en su cuello y miro hacia abajo, encontrándose con que Aquino parecía estar despertando, pues se movía inquieto, por lo que su cabello cosquilleaba en el cuello de Conter, quien no pudo reprimir sus impulsos y acarició los cabellos sedosos de Aquino delicadamente.

Aquino paseo sus manos por el abdomen de Conter, poniéndolo nervioso .

⚊¿Aquino?

Aquino lo miro en ese momento y Conter temió que pudiese escuchar el inquieto y fuerte latido de su corazón, pues se había  agitado notablemente al ver la adorable cara de Aquino recién despierto, con sus hermosos ojos miel medio abiertos, sus exquisitos labios y su cabello apuntando a todas las direcciones, dándole una apariencia más que preciosa.

⚊Buenos dias, Conter ⚊murmuro Aquino, trepó hasta quedar sobre Conter y le dio un beso en la mejilla⚊. ¿Como dormiste?

Conter lo miró, estupefacto. ¿Acaso había olvidado lo que sucedió en la madrugada? Era cierto que deseaba que Aquino recordase cada minucioso detalle, como el lo hacia, pero, de cualquier modo, aun no sabía cómo lidiar con eso. Así que no tenía idea de que hacer o qué decir.

⚊B-bien ⚊se limitó a responder, forzando una sonrisa⚊. ¿Y tu, amigo...?

Aquino río, sacudiendo sus hombros y confundiendo al menor.

⚊Hace un par de horas estabas: "Aquino, me gusta el control" "Aquino, callate" "Aquino, eres muy inquieto", Aquino, Aquino, Aquino ⚊se burló el mayor encarando una ceja. Conter enrojeció por completo. Aquino apoyó sus manos en el pecho de Conter y, en estas, su cara⚊. Es demasiado... ofensivo, que ahora me llames "amigo".

El menor se muerde el labio inferior. Debía admitir que se había estado armando de valor para contarle todo a Aquino desde hace más de una semana, pero, justo en ese momento, ni una sola palabra era capaz salir de su boca.

Pero parecía no ser necesario, pues, estando completamente hundido en sus pensamientos, lo único capaz de sacarlo de allí, fueron los tercios labios de Aquino posándose sobre los suyos.

Aquino se acomodó de modo que quedó sentado sobre el abdomen de Conter y enredó sus dedos en el cabello creciente de la nuca del menor, quien se derritió instantáneamente ante el toque, enlazando su lengua con la de Aquino.