─Narrador Omnisciente
El vuelo hacia Alemania fue tranquilo, muy tranquilo. Lo mejor de todo es que un trayecto desde Italia hasta Alemania dura apenas alrededor de una hora.Denaith, Bill, Ellie y Annet se alojarían en un hotel distinto al de los demás chicos, cada uno en su propia habitación. Así que, en ese momento, estaban esperando un taxi que los llevara, ya que los otros ya se habían marchado.
Pasados unos minutos, finalmente llegó su conductor. Se apresuraron a cargar todo su equipaje en el maletero del coche, pues antes habían visto una publicación en "X" que decía que Denaith y su grupo ya estaban en Alemania. Debajo de la publicación, había una foto de ellos en el aeropuerto. Los fans no tardarían en llegar.
Cuando ya estaban listos, el coche arrancó en dirección a su destino: el "Steigenberger Hotel" en Hamburgo.
Al cabo de una hora, llegaron. Comprobaron sus reservas y luego se dirigieron a sus habitaciones, que eran realmente preciosas.
Mientras Bill y Ellie desempacaban sus maletas, Denaith se dirigió al baño con un papel de pergamino en las manos. Se sentó en la tapa del inodoro, encogiendo las piernas hasta que estas chocaron contra su pecho. Luego tomó el papel entre sus delicadas manos y lo desenrolló.
"Aléjate de Dariel. Seguirte no es fácil, mucho menos colocar pequeñas cámaras circulares en relojes."
Lo leyó y reflexionó, luego lo volvió a leer. Y así durante unos minutos.
Deseaba más que nada en el mundo cortar cualquier tipo de lazo con ese chico. Pero algo se lo impedía, algo tan fuerte y aterrador que le generaba temor.
Le aterraba la idea de que no la creyeran, que Dariel hablara y que nadie le diera crédito. Era un secreto que solo conocían Bill, Dariel y ella misma. En algún momento se lo contó a sus padres, pero estos jamás le creyeron.
Su infancia no fue la mejor; pasó años sufriendo maltrato verbal por parte de sus padres. Nunca la maltrataron físicamente, pero las palabras duelen tanto o más que los golpes, ¿no?
¿Cómo podría terminar con Dariel? ¿Qué pasaría si él revelaba su secreto, lo vendía a la prensa y distorsionaba la historia? ¿Qué ocurriría si hablaba y no la creían? ¿Cómo podría demostrar lo que realmente sufrió en el pasado? ¿Cómo?
¿Quién le había enviado aquel papel y por qué lo hacía?
Las lágrimas estaban a punto de brotar de sus ojos cuando alguien llamó a la puerta del baño. Ella dio un salto, se bajó rápidamente de la tapa del inodoro y arrugó el papel, tirándolo al cubo de la basura. Se limpió las pocas lágrimas que habían salido y abrió la puerta. Al ver quién era, sonrió al instante.
─Hola, Billy. ¿Pasa algo?
─Nada, solo que llevas unos diez minutos encerrada ahí dentro ─explicó el chico con el ceño levemente fruncido.
─Oh, sí. Quería darme una ducha, pero tengo problemas con el grifo, no sé cómo funciona ─se excusó rápidamente tras unos segundos de quedarse en blanco.
─¿Te ayudo?
─Sí, por favor.
El chico asintió, y Denaith se apartó un poco de la puerta para abrirla por completo y dejar pasar a Bill.
Cuando él llegó a la ducha, miró los grifos; había tres. Ninguno de ellos tenía un color que indicara agua caliente, como el rojo, o agua fría, como el azul. Sin embargo, giró el del medio y, de inmediato, una corriente de agua salió por la canilla de abajo, que él no había notado. En segundos, lo cerró y el agua dejó de caer.
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Melodías Y Sombras; Janice Grissetti
RomanceEn un mundo donde las luces brillan tan intensamente como los corazones de quienes sueñan, Denaith emerge como una joven talentosa cuya voz cautiva a todos. Desde los pasillos de su infancia hasta el pináculo de la fama, su trayectoria está marcada...