—...¿Tienes...? ¿Tienes lugar donde quedarte? —preguntó Marlon, con un tono nervioso que no esperaba. Su actitud distante parecía desmoronarse por un momento, dejando ver algo de vulnerabilidad.
Sentí que mi rostro se calentaba al negar lentamente con la cabeza, un poco avergonzada. Había asumido que Nick me llevaría directamente a su casa, pero obviamente no era parte de su plan.
Desde el auto, Nick tocó la bocina, impaciente. Marlon apenas le dirigió una mirada antes de ignorarlo por completo.
—Toma —dijo de repente, extendiéndome una llave pequeña y gastada.
La miré con desconcierto. Parecía ser la llave de un motel o algo similar. La sujeté sin saber exactamente qué decir.
—¿Qué es esto? —pregunté finalmente, mirando la llave y luego a él.
—Es para una habitación que uso cuando trabajo tarde. Está cerca de aquí. Puedes quedarte esta noche —explicó, sin rodeos, pero había algo en su voz que delataba cierta incomodidad.
—¿Y tú? —pregunté, todavía sorprendida por el gesto.
Marlon se encogió de hombros.
—Ya me las arreglaré.
Desde el auto, Nick bajó la ventana y asomó la cabeza.
—¡Oye, Ali! No tenemos todo el día, ¿qué vas a hacer? —gritó, claramente irritado.
Le lancé una mirada asesina antes de volver mi atención a Marlon.
—No sé si esto sea una buena idea... —dije en voz baja, sintiendo que estaba invadiendo un espacio que no me correspondía.
—Tómalo o ve con tu hermano gruñón —respondió, señalando con la cabeza hacia el auto de Nick, donde él seguía tamborileando los dedos en el volante.
No pude evitar soltar una risa breve. Era la primera vez que Marlon hacía un comentario con un toque de humor, aunque fuera mínimo.
—Gracias... creo —murmuré, guardando la llave en el bolsillo de mi chaqueta.
Marlon asintió levemente y volvió al auto sin decir nada más. Su figura alta y relajada contrastaba con la energía inquieta de Nick, quien no dejaba de refunfuñar algo mientras arrancaba el coche.
Me quedé allí, mirando cómo se alejaban, con una mezcla de gratitud y extrañeza por la inesperada interacción. La llave en mi bolsillo pesaba más de lo que debería, como si significara algo más de lo que parecía.
¿Quién era realmente Marlon? ¿Y por qué alguien tan frío y reservado había decidido ayudarme?
Las preguntas giraban en mi mente mientras recogía mis maletas y decidía que, al menos por esa noche, aceptaría su ayuda.
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Pictures
Ficção AdolescenteEn el corazón de Brooklyn, Ali, una entusiasta estudiante universitaria de último año, conoce a Marlon, un fotógrafo reservado con talento para capturar la belleza de la ciudad. Su encuentro casual desencadena un romance lleno de conversaciones noct...