Atado Al Sufrimiento | Yoonmin |

Capitulo 15- Adiós

Yoongie había estado esperando ese momento durante lo que parecía una eternidad. Finalmente, había descubierto que era un alfa, y no podía esperar para compartir la noticia con Minsoo. Estaba tan emocionado que no pudo dormir en toda la noche, y cuando finalmente se levantó, corrió hacia el colegio para buscar a Minsoo.

Pero cuando llegó al salón de Minsoo, le dijeron que no había ido a clase. Yoongie se sintió alterado y salió del colegio corriendo, decidido a encontrar a Minsoo y asegurarse de que estuviera bien.

Cuando llegó a la casa de Minsoo, tocó el timbre una y otra vez, pero no hubo respuesta. Yoongie se sintió cada vez más ansioso y comenzó a buscar respuestas. Fue de casa en casa, preguntando a los vecinos si habían visto a Minsoo o sabían algo sobre su paradero.

Finalmente, después de horas de buscar, una señora mayor abrió la puerta de una de las casas y le dijo a Yoongie que la familia de Minsoo se había mudado al extranjero por trabajo. Yoongie se sintió como si hubiera recibido un golpe en el estómago. No podía creer que Minsoo se hubiera ido sin decirle nada.

Yoongie se sintió perdido y solo. No sabía qué hacer o adónde ir. Se sentó en la acera, con la cabeza entre las manos, y comenzó a llorar. ¿Cómo podía haberse ido Minsoo sin decirle nada? ¿Qué había pasado?

Después de un rato, Yoongie se levantó y comenzó a caminar sin rumbo. No sabía qué hacer o adónde ir, pero sabía que no podía quedarse allí. Tenía que encontrar a Minsoo y saber qué había pasado.

"Minsoo, me dejaste" decía Yoongie mientras lloraba, no me avisaste para decirte que por fin soy alfa. El alfa había pasado meses sin ir al colegio, y cuando finalmente regresó, nadie se atrevió a molestarlo. Era como si su presencia misma fuera una advertencia, un recordatorio de que era un alfa dominante.

Yoongie había crecido en todo sentido, se había vuelto atractivo y fuerte, y los omegas del colegio se insinuaban a él constantemente. Pero Yoongie no se interesaba por ninguno de ellos. Su corazón pertenecía a Minsoo, y no había nadie que pudiera reemplazarlo.

Un día, mientras Yoongie caminaba por el pasillo del colegio, un omega se acercó a él y comenzó a desabotonar su blusa. "Oye, Yoongie, sabes que Minsoo no era muy bueno para ti", dijo el omega con una sonrisa seductora.

Yoongie se sintió enfurecido. "No vuelvas a decir algo así o te voy a partir el rostro", dijo, mientras su voz se elevaba en un tono de advertencia. "Tú no eres nada al lado de Minsoo".

El omega se asustó y se alejó rápidamente, mientras Yoongie se quedaba allí, respirando profundamente para calmarse. No podía creer que alguien se atreviera a hablar mal de Minsoo.

Después de ese incidente, Yoongie se sintió aún más solo. Se pasaba las tardes tocando la armónica en la azotea de su escuela, recordando aquel omega que solía escucharlo. La melodia era para Minsoo, y Yoongie la tocaba todos los días, esperando que Minsoo regresara y la escuchara.

La soledad era tan grande que se respiraba en el aire. Yoongie se sentía vacío, como si una parte de él estuviera faltando. Pero no se rendía. Seguía tocando la armónica, esperando que Minsoo regresara y lo escuchara.

La hora en que Yoongie tocaba la armónica era la misma en que Minsoo le había dado su primer beso. Era como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento, y Yoongie seguía esperando que Minsoo regresara y lo besara de nuevo.

El alfa esperaría, no importaba cuánto tiempo pasara. Su corazón pertenecía a Minsoo, y no había nada que pudiera cambiar eso. La melodia de la armónica seguía sonando, una llamada constante para que Minsoo regresara y se reuniera con él.

Yoongie cada vez que llegaba del colegio tocaba la armónica en el patio de su casa, era su forma de expresar sus sentimientos y recordar a Minsoo. Algunas veces, mientras lo hacía, le salían lágrimas, aún recordaba a Minsoo y sentía su ausencia.

Pero un día, mientras estaba tocando la armónica, se sintió interrumpido por sentirse observado. Cuando miró cuidadosamente, se dio cuenta que había un chico rubio mirándolo desde su ventana. Yoongie hizo como si no hubiera visto nada, pero no podía evitar sentirse un poco incómodo.

A partir de ese día, Yoongie siempre se sentía observado por ese chico. Cada tarde, él estaba presente, mirándolo desde su ventana. Yoongie se sentía un poco extraño, pero al mismo tiempo, se sentía acompañado. Era como si ese chico rubio fuera su único amigo en el mundo.

Así habían pasado los años, Yoongie tocando la armónica en el patio de su casa, y el chico rubio mirándolo desde su ventana. Jamás había visto salir a aquel chico, ni había hablado con él, pero de alguna manera, se sentía conectado a él.

Un día, mientras Yoongie estaba tocando la armónica, el chico rubio desapareció de su ventana. Yoongie se sintió un poco extraño, como si algo estuviera mal. Pero siguió tocando la armónica, esperando que el chico rubio regresara a su ventana...

Gracias a las personas que votan y cometan, estoy actualizando lo más antes posible gracias.