Me he despertado con la intención de estructurarme, poner mis pies sobre mi cama y lentamente sentir el suelo en la piel desnuda de mis pies, sentarme como si diera plegarias a Dios y le suplicara a mis músculos levantar mi cuerpo o tan siquiera la espalda.
Me he despertado sin ganas, esperando escuchar al fondo el sonido del abanico soplar mi cara, el ruido de la calle y mis mascotas parloteando en su propio lenguaje como si fuera su labor levantarme en las mañanas, y ¿el olor del amanecer?, de ese, nada se compara, un aroma a frescura y mandarina ácida, un peldaño que divide la llegada del sol y la despedida de la madrugada; es que me he despertado y aún no me lo creo.
Se siente como si tuviera el poder de sobrevivir el nuevo día sin las ganas, que puedes hacer lo que quieras pero no deseas hacer nada, como que te llena de todo y te falta algo para sentirte menos frustrada, me he despertado y aún no me levanto de la cama.
No sé cómo explicarte que en la madrugada me ha visitado la muerte, me susurró y me lleno de ilusiones, me ha abrazado y me ha contado un plan, creo que me ha dicho que no volvería a llorar, me he acostado en la noche hablando con Dios, pidiendo más de lo que agradezco y es que no sé si es una bendición seguir con mi propósito, o quizás ha olvidado que me debía poner uno y por eso no me ha mirado, para tan siquiera....tan siquiera hacer una cita en las noches y escucharme.
Me pregunto si ¿en la madrugada la muerte decide visitarme por si algún día me canso de hablarte?, por si me canso de respirar de a poco, por si me canso de caminar o seguir hablando de una felicidad que en la intimidad se vuelve cada vez menos creíble.
Se ha sentado a mi costado y me ha tocado los codos, me toca la frente y me besa las manos, me dice que no está bien seguir luchando, me ha insinuado un lugar que promete darme paz, quizás me seduce para que desnude mi cuerpo y entregue mi alma que ya no quiere luchar, es una total trampa mortal, un buen moso que sabe consolar, aplaca mis dolores y me hace dudar sobre... ¿qué tan malo sería no volver a despertar?.
Ya es de mañana, el sol ha salido de a poco y debo trabajar, siento que todo es un consumo de tiempo por dinero para vivir y tener un hogar, ¿Qué tan difícil sería tan solo vivir para estudiar?, pero claro... No todos los que estudiamos nos toman en cuenta para un excelente lugar. he subestimado mi inteligencia y he castigado mi memoria, he abusado de mi resiliencia y ¿mi moral?, si no me la nombras, no recuerdo que ella está cansada de trabajar.
Creo que nunca llenaré mis propios vacíos y por más que me medique, hay una luz que ya no sabe alumbrar, que está dañada y en ocasiones se pierde en la oscuridad, hay una luz que se apaga cuando se sienta a un costado la muerte y me invita a otro lugar, cuando decido que vivir por vivir es mejor que tan solo largarme de este lugar.
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REENCARNAR
PoetryEs un libro con la capacidad de expandir el sentimiento desde la perspectiva de una persona que navega en la depresión y la ansiedad.