Desde que inició su carrera, Max siempre había odiado a sus compañeros de equipo, sin importar quiénes fueran. Nunca le gustó compartir victorias ni podios; para él, todo debía ser suyo. Aunque a menudo su actitud parecía injustificada, a Max no le importaba en absoluto. Su enfoque era claro: ganar a toda costa.
Después de que Alexander Albon fuera despedido debido a su desempeño inconsistente y la presión de los escasos resultados que obtenía en comparación con Max, el equipo se vio obligado a buscar un nuevo compañero para el joven prodigio. Antes del inicio de la temporada 2021, Sergio Pérez fue contratado para ocupar ese lugar, sin imaginar que aquella decisión marcaría el inicio de una nueva etapa, tanto para él como para Max.
Al principio, Max no soportaba la idea de tener un nuevo compañero. Lo veía como una intrusión, un obstáculo en su camino hacia la gloria. Sin embargo, con el tiempo, su perspectiva comenzó a cambiar. Entre choques de egos, tensiones inevitables y momentos de camaradería inesperada, ambos pilotos se embarcaron en una relación que sería un constante tira y afloja.
La historia de Max y Sergio comenzaría a tejerse apenas unas cuantas carreras después de que la temporada 2021 iniciara, marcando un antes y un después en la vida del joven campeón.
—¡Agh! ¡Esto es una mierda! —El volante pagó el precio de su frustración, provocando que varios alrededor maldijeran en silencio por no ser ellos el blanco de la furia de Max.
—Cristo bendito, dame paciencia —decía un ya muy estresado Horner—Ya van cuatro carreras, y esto es un desastre...
Checo, que escuchaba la rabieta de Max, se quitó los audífonos para evitar oír más maldiciones del neerlandés.
—¿A dónde vas, Sergio? —Horner lo miró con preocupación, tratando de detenerlo—. No creo que sea buena idea que te acerques al león furioso.
—Déjame intentarlo, Horner. Tengo una corazonada.
Su jefe suspiró, resignado.
—Está bien, pero si te manda al demonio, no digas que no te lo advertí.
Max acababa de salir del monoplaza y trataba de calmar su ira golpeando los neumáticos.
—Oye, tranquilo. Los neumáticos no tienen la culpa —comentó Checo con calma.
La respuesta fue un torrente de insultos por parte de Max.
—Voy a quemar todo esta...
Checo lo interrumpió antes de que terminara.
—Antes de que le prendas fuego a esta "chatarra descompuesta e increíblemente jodida", como tú lo llamas, deberías cuidar mejor tus neumáticos.
Las palabras se atascaban en la garganta de Max. Estaba tan ensimismado en su enojo que ni siquiera se había detenido a analizar el verdadero problema.
ESTÁS LEYENDO
Sálvame de este sufrimiento (chestappen)
Fiksi PenggemarEn una de tantas carreras, todo iba de maravilla para el equipo de Red Bull. Se podía casi sentir la victoria; estaban a unas pocas vueltas de conseguirla. Ambos pilotos estaban extasiados por ser campeones del mundo otra vez, después de una tan mal...