La tarde de ese Lunes también fue un tanto extraña. Louis no estaba en condiciones de hablar con nadie y se fue a su casa en tanto terminó de comer.A la salida de clases yo, Harry y Charlie fuimos a una heladería y me tuve que comer un bote de helado completo por un reto. Se me congeló el cerebro de manera horrible y mi cuerpo ya estaba congelado por la nevada que había.
Esa brillante -nótese, por favor, el sarcasmo- idea de Harry, terminó con un yo bastante enfermo al día siguiente.
La fiebre me llegaba cerca de los cuarenta grados y realmente pensé que iba a morir por tos, porque soy bastante exagerado como verán.
El teléfono sonó y gruñí, haciendo que mi garganta doliera aun más.
Contesté.
-¿Niall?
-¿Qué quieres? -hablé con la voz ronca y gangosa, causándole risa a Harry.
-¿No has probado utilizar los pañuelos desechables? -bromeó él.
-¿No has probado quedarte callado? -bufé, levantandome de mi cama y causando que un escalofrío recorriera mi cuerpo.
-Oh, Ni, en la tarde te llevaré una caja de pañuelos -dijo con voz dulce fingida.
Rodé los ojos y corté el teléfono mientras me arrastraba casi literalmente hacia la cocina.
Tomé un vaso y lo llené de agua para luego sacar una píldora de la tableta y tragármela con ayuda del agua.
Ahora sólo quería dormir un rato, o tal vez toda la semana.
•••
Desperté nuevamente, pensando en que tendría que sacar el timbre para que no me volviera a despertar.
Me volví a arrastrar fuera de la cama hasta la puerta y giré la perilla, para luego abrirla y dejar ver a un sonriente Harry con una bolsa de papel y un café en su mano, a Charlie a su lado sosteniendo dos cafés y a Louis detrás de ellos, comiendo una dona y un café, igualmente, en su mano.
-¡Hola! Vinimos a darte una visita -avisó Harry.
Yo estornudé.
-¡Vaya! Nunca había entrado a tu departamento, se ve bastante vacío, Niall -se quejó.
Volví a estornudar.
-Harry, sshhh -lo hizo callar Charlie.
Le hubiera agradecido, pero estaba demasiado ocupado estornudando otra vez.
Louis se mantenía callado, algo que me preocupaba.
Sólo había una respuesta a su silencio y era Zayn.
Me aparté de la puerta y los dejé entrar.
Al menos ya no habían cajas de mudanza en la sala y en la cocina, ya todo estaba en su lugar y había un par de sofás, una televisión y la mesa para comer -que nunca usaba-. En la cocina todo estaba en su lugar y en mi habitación también.
Supongo que Harry se refería a la ausencia de muebles decorativos, como estantes, repisas y alfombras además de fotos familiares.
Bueno, no quiero fotos de mi familia a menos que sean de Theo y Greg.
Me aclaré la garganta-. ¿Quieren algo de beber o comer?
Fue una pregunta tonta, Louis acababa de terminar su dona y todos estaban tomando café.
Obviamente, negaron con la cabeza.
-No eres intolerante a la lactosa, ¿verdad? -preguntó Harry, tendiéndome uno de los cafés que tenía en la mano.
-No -negué.
-Oh, que bueno, porque Charlie fue el último en alcanzar la leche sin lactosa de esa cafetería -Harry hizo un gesto de alivio y sonreí.
Para luego volver a estornudar.
-Es mejor que te recuestes. No queremos que te enfermes más -habló mi novio por primera vez y asentí.
Además de que me estaba resistiendo para no darle un beso y contagiarlo ahí mismo, estaba extrañando su voz.
-Nosotros veremos algo de televisión, ¿sí? -avisó Harry mientras tomaba la mano de Charlie y se sentaba en el sofá... se sentaban, quiero decir.
Me perdí de algo, supongo.
Louis tomó mi mano y me guió a mi habitación, para luego, cuando me acosté en mi cama, arroparme con las mantas.
-Harry y Charlie. Están algo... amistosos -comenté.
-Oh, claro que lo están. Hoy estábamos en trigonometría y Harry le pidió que fuera su novio por un papel -sonrió él, casi levemente.
-Y Charlie dijo que sí äintenté averiguar.
-Claro. Entonces andan muy empalagosos desde la mañana -Louis rodó los ojos.
Nos quedamos en silencio unos segundos, hasta que Louis decidió romperlo, con su fina voz.
-Él realmente está buscando mis disculpas, Ni -murmuró, luego de tomar aire.
Supe perfectamente quién era él.
De repente quise agradecerle a Harry por dejarnos solos.
-¿ Y lo vas a disculpar? -inquirí, preocupado.
-No -se negó él-. Pero no me deja en paz, ¡él anda como una mosca a mi lado pidiendo disculpas! ¡Lo odio! -gritó, bajando la cabeza y sollozando-. Unas disculpas no van a enmendar todo lo que me hizo. ¡Él no lo entiende!
-Lo hace por amor, Lou. Tienes que mentirle, decirle que lo perdonas.
-¿Amor? ¡Claro! ¡Amor! -habló con sarcasmo-. ¿Crees que ya no lo he hecho? ¡Lo he dicho todo! ¡Hasta lo mandé a la mierda!
-Quiere recuperar a Liam, quiere volver con él y Liam no lo va a aceptar hasta que lo perdones -expliqué.
Louis suspiró.
-¿Me puedo quedar contigo mañana, Ni? -preguntó, tímidamente.
-No, Jay te castigará, bebé -sonreí, divertido.
Louis sonrió ampliamente al escuchar cómo lo llamaba, pero luego suspiró e hizo una mueca.
-Entonces espero que Zayn se calme mañana.
Suspiré ruidosamente y lo acerqué a mí para besarlo.
Casi se me había hecho una necesidad sentir sus labios sobre los míos.
Oh, a la mierda el maldito resfriado.
~
N/A: ¡Hola, hola!
Siento que es mucho tiempo desde que no nos leemos, pero solamente han sido unos diez días. ¡De todas formas me demoré demasiado!
Espero ya no tardarme, y es que no tengo excusas, es sólo que las ganas de escribir no me llegaban.
Espero que estén muy, muy bien y que hayan disfrutado de este capitulo.
¡Lxs quiero!
Se despide, Flan✨.
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puzzle; nouis.
FanficNiall Horan es obligado a mudarse a Doncaster -aunque a él realmente el cambió no lo molestó-, buscando una vida más bonita y tranquila que su pasado cercano en Irlanda. Entra a una secundaria, que, como todas, tiene sus secretos. Una secundaria que...