Luffy ordenó el departamento tan rápido como pudo, aunque sabía que a su mejor amigo, Zoro, no le importaba en absoluto el desorden. Sin embargo, quería que todo estuviera limpio y en su lugar, quizás para convencerse de que tenía su vida bajo control. Lo irónico era que odiaba con todo su ser hacer el aseo, tanto que, apenas recibió su primer sueldo decente, contrató a Lizie, una joven eficiente y discreta, para encargarse de esa tarea. Ella trabajaba de lunes a jueves, de 9 a 12, manteniendo el lugar impecable mientras Luffy dormía, salía o, a veces, simplemente la observaba trabajar desde el sofá con aire despreocupado.
Por supuesto, esos "lujos" eran nuevos para él. Si no fuera por su trabajo actual, ni siquiera podría permitírselo. Pero Lizie era más que una empleada; su presencia le daba una tranquilidad que no sabía que necesitaba, como si limpiar la casa también purgara algo en su interior.
Ese día, cargando un montón de ropa sucia, Luffy se movía entre los muebles con pasos apresurados. Apenas podía ver por encima de la pila tambaleante, pero avanzaba con la determinación de un navegante sorteando una tormenta. Justo cuando llegó al pasillo que daba a la lavandería, escuchó el sonido familiar de la puerta abriéndose.
Zoro había entrado sin anunciarse, como siempre lo hacía desde que Luffy, en un acto de confianza que no daba a cualquiera, le había dado una copia de sus llaves. El espadachín estaba de pie junto a la entrada, su mirada fija en la montaña de ropa que casi cubría a su amigo por completo.
Ambos se quedaron inmóviles, mirándose como si intentaran descifrar el motivo de la presencia del otro. Los ojos de Luffy parecían decir claramente: "¿Y tú desde cuándo estás aquí?"
-¿Te ayudo? -preguntó Zoro, dejando su mochila en el sofá con un golpe seco. Su tono era despreocupado, pero sus ojos reflejaban algo parecido a la paciencia, esa que solo tenía con Luffy.
-¡Nop! -respondió Luffy, sacudiendo la cabeza con una sonrisa amplia y despreocupada. Ajustó la pila de ropa en sus brazos y giró hacia el pasillo, dejando caer una camiseta en el proceso-. Solo voy a tirar esto a la lavadora. Vuelvo enseguida.
Zoro suspiró y recogió la camiseta sin mucho esfuerzo, observando cómo Luffy desaparecía hacia la lavandería. Miró alrededor del departamento, notando que estaba extrañamente ordenado. Demasiado ordenado para ser la casa de Luffy. Sabía que su amigo había contratado a alguien para encargarse del desorden, pero incluso con eso, el lugar tenía un aire raro, como si la limpieza fuera un intento de esconder algo más profundo.
Mientras se dejaba caer en el sofá, Zoro pensó en lo peculiar que era la relación entre ellos. Podía irrumpir en la casa de Luffy a cualquier hora, sin previo aviso, y siempre era bien recibido, como si ese espacio también fuera suyo de alguna manera. Aunque no lo dijera, sabía que, de todos, Luffy confiaba en él más que en nadie, incluso para cosas simples como cuidar una copia de sus llaves.
Desde la lavandería, la voz de Luffy resonó, despreocupada y alegre:
-¡Eh, Zoro! ¿Te quedas a cenar?
Zoro sonrió levemente, más para sí mismo que para responder. Era una pregunta retórica; él ya sabía que se quedaría.
-¿Vas a pedir comida? -preguntó Zoro desde el sofá.
-Obvio, no pienso lavar los platos después -respondió Luffy, dejándose caer junto a él. Al sentarse, notó algo junto a su pierna y lo levantó.
-¿Y esta camisa?
-La dejaste caer hace rato...
-¡¿Y por qué no me avisaste antes?! ¡Ya puse la lavadora! -dijo Luffy, poniéndose de pie de un salto. Agarró la camiseta como si fuera una misión de vida o muerte y salió corriendo hacia la lavandería.

ESTÁS LEYENDO
ᴍᴏᴅᴇʟᴏ || ᵁⁿⁱᵛᵉʳˢᵒ ᴹᵒᵈᵉʳⁿᵒ
Fanfiction- ¿¡Eres modelo!? - Gritaron todos al unísono. El azabache se volteó a verlos y les sonrió. - Mi manager me recomendó no decirles por el momento, pero ya lo saben ahora Shishishi -Dijo riendo. Se subió al auto negro y antes de irse bajo la ventana...