𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐒𝐞𝐢𝐬

85 19 3
                                    

Sábado.

- No sé qué ponerme - murmuró con un puchero, frunciendo el ceño mientras observaba la montaña de ropa desparramada sobre su cama. Tomó una camiseta al azar, la sostuvo frente al espejo, y la descartó con un suspiro. - ¿Debería llamar a Nami?

Sin pensarlo mucho, buscó su teléfono y marcó el número de la pelirroja. La llamada apenas sonó una vez antes de que Nami contestara con impaciencia.

- Estoy apostando, Luffy. ¡Déjame en paz y te llamo después!

Luffy habló rápido, antes de que ella pudiera colgarle. - ¡Espera! Nami, no sé qué ponerme. Tengo... una salida a las tres.

Hubo un momento de silencio, pero podía imaginarse perfectamente cómo la curiosidad de Nami la hacía fruncir el ceño.

- ¿Dijiste cita? - La voz de Nami cambió por completo, dejando a un lado cualquier rastro de impaciencia.

- ¿Eh? No, yo dije.. - intentó corregir, pero no tuvo oportunidad.

- ¡Voy a tu casa enseguida! - declaró con firmeza antes de cortar la llamada.

Luffy se quedó mirando el teléfono con incredulidad, soltando un largo suspiro. - ¿Por qué siento que esto se va a salir de control...?

Pasaron al menos treinta minutos antes de que Nami finalmente llegara al apartamento de Luffy. Tocó el timbre con impaciencia, ajustándose el bolso en el hombro mientras esperaba. Para su sorpresa, quien abrió la puerta no fue Luffy, sino Zoro, quien la miró con su habitual expresión desinteresada.

-¿Y tú qué haces aquí? -preguntó la pelirroja, pasando a su lado como si fuera dueña del lugar.

Zoro la observó de reojo y soltó un suspiro.
-Buenos días a ti también, encanto...

-Ah, sí. Buenos días. -Su respuesta fue casi automática mientras dejaba su bolso en el sofá-. ¿Dónde está Luffy?

-¿Dónde más si no? -respondió con un encogimiento de hombros-. En su habitación.

-Qué considerado eres... -murmuró ella con sarcasmo antes de dirigirse al pasillo.

Sin más preámbulos, Nami llegó hasta la habitación de Luffy y abrió la puerta de golpe, sorprendiendo al azabache, que estaba revolviendo un montón de ropa sobre su cama.

-¡Nami! -exclamó él, iluminando su rostro con una sonrisa radiante.

-¡Holi! Aquí estoy. -Entró y cerró la puerta tras de sí-. Ahora, dime, ¿con quién es la cita?

Luffy se rascó la nuca, visiblemente incómodo.
-No es una cita... Es solo que saldré con un conocido. No sé bien a dónde, y estaba buscando algo que ponerme. No quiero verme demasiado formal, pero tampoco quiero parecer... bueno, ya sabes.

-Ajá, entiendo. -Nami rodó los ojos y se dirigió al armario-. A ver qué tienes aquí.

Comenzó a revisar el caótico clóset de Luffy, apartando ropa arrugada mientras murmuraba algo sobre su falta de organización. Luffy, mientras tanto, se dejó caer sobre la cama, cruzando las piernas y observándola con curiosidad.

Unos segundos después, la puerta se abrió nuevamente, y Zoro apareció con dos vasos en la mano.
-¿Ya armando un escándalo tan temprano? Apenas son las once... -comentó mientras entraba.

Le pasó un vaso a Nami y el otro a Luffy antes de acomodarse junto a su amigo, apoyando la espalda contra la cabecera de la cama.

-Si esto es "temprano" para ti, deberías ajustar tu horario -respondió Nami con sarcasmo sin mirarlo, mientras sacaba una chaqueta negra del clóset.

ᴍᴏᴅᴇʟᴏ || ᵁⁿⁱᵛᵉʳˢᵒ ᴹᵒᵈᵉʳⁿᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora