¿Nunca os habéis parado a pensar que hay debajo de nosotros? ¿De nuestros pies? Yo tampoco la verdad,hasta que un día pude verlo con mis propios ojos...
Estaba cansada pero sabia que no podía dejar de correr,cada vez notaba sus pasos mas y mas cerca de mi,seguí corriendo,pero en cuestión de segundos dejé de sentir el suelo,sentía como caía,no sé exactamente cuanto tiempo estuve cayendo pero de pronto noté como mi cuerpo se estampaba contra el suelo,me dolía todo,pero no era preferencia para mi,quería saber dónde había caído y como podía salir de ahí, lo único que se escuchaba era mi respiración ahogada,me levanté a duras penas y traté de visualizar donde estaba,pero todo estaba completamente oscuro, estiré mis brazos y las palmas de mis manos tratando de buscar una pared pero no había absolutamente nada,el miedo se empezó a apoderar de mi,sentía que no estaba sola en aquel lugar.
-¿Hola? Por favor no me hagas daño,solo quiero irme a casa- Dije en un susurro mientras varias lágrimas resbalaban por mi mejilla.
De pronto noté una respiración a pocos centímetros de mi oído y una voz grave que le susurraba-Una vez que entras ya no puedes salir-.
Un grito ahogado salió de mi boca, traté de correr pero el pánico no me permitió mover ni un centímetro de mi insignificante cuerpo,sentí como aquel hombre me agarraba fuertemente por la cintura y aplastaba su mano contra mi boca, traté de defenderme pero finalmente perdí el conocimiento.
No sé cuánto tiempo estuve inconsciente,su minutos,horas o incluso días, pero cuando abrí los ojos estaba en un lugar completamente distinto,pero no mucho mas acojible que el anterior,la única ventaja que tenia es que había una bombilla en medio de la sala que me permitía ver lo que había a mí alrededor, era una pequeña habitación con estanterías bastante oxidadas por el tiempo,había pequeños artilugios sobre ellas que no podía distinguir desde donde estaba sentada,pero cuando me dispuse a levantarme noté como algo pesado tiraba de mi pie,-Oh fantástico,me han encadenado- Pensé
De pronto noté unos pasos que se acercaban hacia la habitación, me senteby puse mi cabeza entre mis piernas haciéndome.una bola,oí como la puerta se abría y alguien se acercaba a mi.
-¿Como has llegado hasta aquí? -me dijo una voz cálida.
Levanté la cabeza y pude ver a una mujer bastante mayor,de unos 70-80 años aproximadamente, estaba de cuclillas a mí lado mirándome con curiosidad.
-Yo,yo no lo se,de pronto caí aquí- Dije torpemente.
-Entiendo-.
Se levantó y comenzó a buscar algo es sus bolsillos,necesitaba saber donde estaba y quienes eras ellos,traté de acalararme la garganta y comencé a hablar.
-¿Que es este lugar? ¿Y quienes sois vosotros? ¿Porque estoy aquí?
-Eh eh,mas despacio pequeña,todo lo sabrás a su momento-Me dijo poniendo su mano en mi hombro.
-Yo quiero saberlo ahora-Le quité la mano bruscamente.
-Muy bien,estas en el subsuelo a unos 10 kilómetros de profundidad de la civilización.
-¿Que? No lo entiendo, ¿y vosotros quienes sois?-Dije con confusión.
-Nosotros bueno... Nos hacen llamar los surrens-Dijo tajantemente.
En ese momento caí en la cuenta, me habían contado muchas historias sobre ellos,personas aparentemente normales como tu y yo,pero con habilidades completamente fuera de nuestro alcance,desde pequeña le contaron cosas sobre ellos,pero siempre había pensado que era eso...historias para entretener a los críos.
