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A las 10:25 Spencer se sirvió su segundo vaso de café del gran termo que García había preparado para él y para Morgan y le puso las usuales 4 cucharadas de azúcar que siempre le ponía, se giró hacia su compañero, quien vigilaba con binoculares el camino que la unsub usaba cada mes.

Era el primer día de luna llena, no sabían si iba a ser hoy, o mañana o tal vez pasado mañana, pero debían vigilar. En juego estaba su trabajo, su carrera, debían atraparla.

Se lo debían a la familia de doce chicas que fueron asesinadas en los últimos doce meses, se lo debían a ellos mismos, trabajando sin armas, sin pistas, sin perfil, trabajando a ciegas.

"Oye..." Morgan despertó a Reid de sus pensamientos, apuntando a una sombra en medio del camino. "¿Qué es?" Reid se colocó los anteojos y frunció el ceño.

"Parece una mujer..." susurró "¿Crees que sea ella?" le preguntó a su compañero.

"No lo sé, tendremos que esperar..." susurró el moreno, viendo de nuevo por los binoculares.

La sombra miró para los dos lados, y se dio vuelta, quedando de espaldas hacia los dos agentes que miraban atentamente cada uno de sus movimientos, se quitó la gorra que traía puesta y dejó a la vista un largo, ondulado y oscuro cabello. Reid juró haberlo visto en algún lugar pero la oscuridad de la noche no lo dejó ver el cabello o pensar en donde lo había visto.

De pronto la sombra metió las manos entre la cinturilla de su pantalón y Morgan se quitó los binoculares.

"¿Es eso un...?" Reid preguntó, incrédulo.

"Un arma. ¡Corre, corre, corre!" le gritó Morgan saliendo de la camioneta y saltando de ella quitándose el arma de la cintura y quitándole a esta el seguro, Reid iba detrás de él tratando de quitarle el seguro a su revólver.

De pronto, como en cámara lenta, Spencer levantó la mirada y miró a la chica colocando el arma en su cabeza.

Y disparando.

Mentía. (SpencerReid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora