Gentle Sinner - Hyunin

Capitulo 3.

Las clases pasaron rápido después del almuerzo, Jeongin no hizo más que mirar a la ventana durante las últimas tres horas, perdido en sus pensamientos.

Pensaba en su vida, en sí no prestar nada de atención a lo que decía el maestro afectaría su futuro, si es que tiene uno por delante. Su padre insistía en que tomara su lugar en la iglesia cuando fuera mayor, y Jeongin no odiaría tanto la idea si no fuera porque a la persona a la que menos quiere parecerse es su padre. Planea irse de casa apenas termine la secundaria, pensaba en mudarse con Seungmin a Seúl o cualquier ciudad grande que estuviera a kilómetros de su padre. Seungmin parecía amar la idea tanto como él. Y no había nada que lo hiciera confiar más en su decisión que el apoyo incondicional de su mejor amigo, Seungmin era como un hermano mayor para él, no podría soportar separarse o tomar un camino que no lo incluyera.

Siguiendo ese hilo de pensamientos Jeongin peinó sus cabellos con su mano y notó lo largo que estaba, siempre le gustó largo pero su padre lo obligaba a cortarlo cada que se daba cuenta de que había crecido mucho. Jeongin por una vez quería llevarle la contraria y dejarlo crecer un poco más, pero temía que su padre tomará el asunto con sus propias manos, literalmente hablando.

Sus ojos se fijaron en el patio de la escuela que daba de frente a la ventana de su salón, donde se encontraban los alumnos de otra aula jugando fútbol en la cancha.

Su mirada reconoció rápidamente la cabellera castaña de Seungmin a lo lejos, que estaba sentado en las gradas leyendo un libro sin interesarse en el partido, su amigo solo hacía deporte si era muy importante para su nota final, además, como delegado de su clase le daban estos pequeños permisos, que para su amigo eran una bendición porqué es un imán de pelotas desde siempre.

Jeongin sonrió observando a su amigo pero unos gritos emocionados le robaron la atención enseguida, al parecer uno de los equipos había anotado un gol y estaban celebrando. Llevo su ojos al tumulto de chicos que se abrazaban contentos o bueno, abrazaban a alguien en específico, ese alguien era un chico alto y pelirrojo al que Jeongin reconoció en un segundo. Su vecino sonreía de lado egocéntrico, al parecer él era el que había marcado el punto del equipo.

Jeongin frunció el ceño al verlo, aún estaba un poco enojado por el insulto a su ropa pero siendo totalmente sincero, a él tampoco le gustaba la ropa que llevaba puesta, ya que la mayoría de su closet era ropa que le habían comprado sus padres durante todos los años de vida o simplemente prendas que su padre estaba por desechar. Su vestimenta siempre lo avergonzaba un poco pero normalmente no le prestaba mucha atención al asunto, hasta ahora que Hyunjin le dijo muy claramente su opinión. El tipo tenía razón pero aún así la forma en la que lo dije hizo que a Jeongin se le encogiera el estómago, sintiéndose tan feo.

Alejó su mirada de la ventana y se centro en lo que quedaba de clase hasta que sonó el timbre de salida, recogió sus cosas y salió rápidamente del salón. Hoy era miércoles, lo que quiere decir que Seungmin hoy tenía reunión de delegados y no podrían irse juntos a la iglesia, así que Jeongin camino directamente hacia la salida de la escuela.

Fuera del lugar iba a empezar su camino pero por un momento creyó haber escuchado su nombre, se giro y pudo ver a un pelirrojo llamándolo en las puertas de la escuela, este le dijo algo rápido a Changbin y después se acercó a Jeongin corriendo.

— Oye, llevó siguiendote desde el pasillo pero caminas tan rápido —Tomó una pequeña pausa para respirar— Vamos a casa juntos.

Los labios de Jeongin formaron una línea sin saber que decir, pensaba que el pelirrojo no le iba volver a hablar desde lo sucedido en el almuerzo.

— No voy a casa, voy a la iglesia —Contesto sin más y se giro para seguir caminado dando por finalizada la conversación.

— ¡Hey! No puedes irte así como así.