Capítulo 1: La Propuesta

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    Adaptarse es algo muy difícil para cualquier persona, ya sea en una nueva casa, ciudad o país, incluso con nuevas personas. Jaehyo es uno de aquellos que paso por esa etapa de adaptación, pero comenzó de una manera poco agradable. El joven de 26 años siempre había residido en un pequeño pueblo pesquero en las costas de Corea del Sur. Viviendo de una manera miserable, en donde el amor maternal y paternal nunca estuvo presentes, su madre despreocupada y cansada de los abusos de su esposo, los abandonó cuando el chico tenía 5 años. Su padre nunca le mostró cariño, era un ebrio y violento hombre que lo trataba como a un esclavo, ni siquiera le permitió ir al escuela, por lo que el chico tuvo que encontrar la manera de aprender por su propia cuenta lo poco que sabe. Al cumplir los 26 años su padre murió por una enfermedad en el hígado, bien pudo haber soltado una lágrima pero no fue así, tal vez felicidad no sintió, pero si un alivio y un respiro de ser libre de tantos maltratos y atropellos, lo pudo haber denunciado cuando estaba vivo, pero Jaehyo siempre fue algo cobarde, miedoso, e incluso facil de manipular y sabía que en ese pequeño lugar su padre era conocido y muy temido por todo el mundo. Ahora quedándose completamente sólo en una casa que no quería pisar, Jaehyo decidió que era tiempo de marcharse y empezar una nueva vida. Sus ahorros no eran muchos, pero tal vez le alcanzarían para un pasaje.



-Jaehyo me duele mucho que te marches- le decía su vecina, una bondadosa y admirable mujer que lo ayudo mucho en su aprendizaje.- ten- le dio algo de dinero dentro de un sobre- con esto podrás alquilar un cuarto en la ciudad.

-No puedo aceptarlo- dijo apenado

-Nada de eso, tu has sufrido mucho, acéptalo- insistió. Jaehyo cerro los ojos y asintió, y después de un largo abrazo, se despidió y fue directo a la estación del tren, para ir a Seúl.



El viaje fue largo, así que Jaehyo tenía tiempo de dormir un rato y por primera vez sonrió y se sintió libre, no podía creer lo que estaba haciendo...El tren se detuvo y todos los pasajeros bajaron. El joven se quedo asombrado de lo que veía, tanta civilización le parecía casi irreal; miro el reloj y con angustia noto que eran las 10 de la noche, ya no sabía que hacer, todo era nuevo para el y ver tantos edificios y autos lo perturbaban en su totalidad. Debía encontrar un lugar donde quedarse y pensar en que también debía buscar un empleo para ganar dinero y poder sostenerse ya que lo que tenía hasta ahora no era suficiente.

-Oye! - escucho una voz a sus espaldas y vio a un chico mediano, de grandes ojos que se le acercaba- estas bien? Pareces perdido?- Jaehyo lo miro bien y no parecía un mal chico, debía de ser menor que el.

-Ah! Es que acabo de llegar y no se que hacer jeje conoces de algún lugar donde pueda alquilar una habitación?- el chico se quedo pensando pero luego sonrió.

-Si! Pero primero debes tomar un taxi ya que esta algo lejos de aquí - Jaehyo había escuchado de ellos más nunca se había montado en uno- ven yo te acompaño, oh! Si quieres te ayudo con la maleta, parece pesada- el chico noto que no llevaba ruedas y parecía algo vieja.

-No te preocupes, puedo con ella- aunque sí le dolía algo los brazos y la espalda pero no le pareció correcto.

-Vamos insisto! Así me gano un lugar en el cielo por ayudar a alguien- rio y Jaehyo lo imitó.

-Hmmm ok jeje- le entrego la maleta

-Bien, busquemos el taxi- el chico camino y el otro lo siguió- ahí hay uno- el joven corrió hacia el auto a toda velocidad y Jaehyo hizo lo mismo, notando que el muchacho se montaba.

-Oyeee espera- Jaehyo ya iba abrir la puerta.

-Señor arranqueeee este chico me anda siguiendo- dijo el desconocido joven que supuestamente lo estaba ayudando. Jaehyo se quedo estático y abrumado y más cuando el auto se puso en marcha.

-Oigaaaaaan detenganseeee!!! Tuuuu ladroooon vuelvaaaan me han robadooo- decía mientras corría tras el auto pero este desapareció de la vista de Jaehyo en unos segundos, dejando al pobre chico en medio de la fría y oscura calle. El joven asustado y nervioso miro hacia todos lados sin saber que hacer ahora, todo lo que necesitaba lo tenía ahí, dinero, documentos...se sintió tan desafortunado y desamparado que quiso llorar....Se le ocurrió volver a la estación del tren y buscar algún guardia- señor guardia- dijo ya agitado e hiperventilando- acabo de llegar a Seúl y y me han robado- el hombre pareció sorprendido

-Como era el maleante?

-Era un chico de unos 23 o 24, cabello oscuro, ojos grandes, sonrisa extraña, no muy alto- fue lo único que pudo explicar

-Hmmm eso no ayuda mucho, ven conmigo- se dirigieron a una oficina de seguridad y ahí el guardia hizo un reporte, pero sólo estaría al tanto en la estación, por lo demás debía ir a la estación de policía.

-Y como llego ahí?- dijo triste y desanimado.

-Esta a cinco cuadras de aquí...- le hombre le empezaba a explicar pero el pobre joven no entendía, no conocía nada de ese lugar.

-Señor no tengo dinero, no tengo a donde ir...será que me puede ayudar?- dijo con voz temblorosa

-Se que estas pasando un momento difícil y más por no tener tus papeles, pero no puedo ayudarte más de aquí- se encogió de hombros, Jaehyo frunció el ceño y salió de la estación, sintiéndose tan humillado y tan miserable.

Amante Por Contrato (Zihyo) PAUSADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora