Efímero.

Capitulo 6

Melody

Después de terminar con lo que estaba haciendo ya pasaban de las 11 de la mañana, así que salí de mi habitación para caminar y conocer un poco de la ciudad. La zona era grande, y a lo lejos note un Starbucks después de estar caminando durante 20 min.
Me entretuve un rato ahí utilizando el Wi-Fi para revisar Google maps y ver en donde me encontraba, después de unos minutos seguí con mi recorrido; pasando por varios bares que para ser temprano ya estaban repletos, y me detuve en un bonito parque que ya no estaba tan lejos de la universidad, me senté en una banca muy bonita rodeada de árboles, era un lugar muy privado y se miraba casi virgen, parecía que la gente no solía venir a este lado del parque. Desde aquí, se alcanzaba a ver el lago que se formaba en el centro, y miraba a las parejas que caminaban al rededor de el, jóvenes y adultos con sus hijos, un ambiente muy familiar.
Después de pasar una hora ahí mis tripas comenzaron a rugir y me dispuse a buscar un lugar donde comer, así que recordé el pequeño pero bonito restaurante Italiano, ya me encontraba cerca así que camine hacia el; entré y me dispuse a comer nuevamente... Lasaña.

40 minutos después, pague la cuenta y me encaminaba a la facultad cuando de repente divise un largo cabello gris, y una mona sonrisa dirigirse hacia mi; era Sarah, la reconocería en dónde fuera.
-¡Hola chica!- dijo está abriendo aún más sus ojos verdes. -Hola- me límite a decir regalándole una sonrisa -¿Que haces por acá?- pregunto ella mostrando sus alineados y blancos dientes, dejando asomar el arete que tenía en la lengua. De echo, tenía varios en su rostro, y unos tatuajes también, en su brazo derecho tenía lo que parecía ser una sirena, muy bonita. -Estaba paseando, y me detuve a comer- conteste, también regalándole una sonrisa. -Que bien- se limitó a decir, y sentía que el silencio incómodo ya venía cuando dijo -¿te gustaría ir a una fiesta?- me sorprendió. -¿Una fiesta? No gracias.- dije sin dudarlo dos veces. -Andale chica, vamos! Sirve que conoces a mas gente de la facultad.- tenía razón, las fiestas no eran mi ambiente pero podría irme familiarizando con los de mas. -No... Lo se...- dije y luego agregué -Las fiestas no son lo mío,  el ruido, las bebidas... No...- Quería ir pero no podía, mi mente y el recuerdo de mi madre no me lo permitían. -Vamos, se pondrá bien, y si no te gusta, simplemente te vas, no hay problema.- dijo Sarah ya sonando casi desesperada. -Este...- dude sólo un poco. -De acuerdo, iré.- la chica de cabello grisáceo daba saltos de emoción sobre su propio eje y yo me limita a sonreír enormemente. -Genial, ya verás como la pasas, es a las 8, puedes irte con Fynn.- dijo ella, -oh no, eso si que no- me dije a mi misma. -No creo que sea buena idea ir con el, y es muy tarde, mañana hay escuela, es mi primer día.- Dije, creo que mi conciencia ya estaba hablando por mi. -Así es aquí chica, andale, ven- se detuvo y después agrego -No tienes que irte con Fynn si eso es algo que te preocupa, puedo pasar yo por ti.- Lo pensé durante unos segundos y accedi, no podía ser tan malo. -Bien, pasó por ti a las 8 en punto para que estés lista.- Le brillaban los ojos de la emoción. -Genial.- dije y le regale una sonrisa, la mas sincera que pude para ocultar mi nerviosismo tras ella. -Adiós Melody- dijo la chica y se alejó de mi a pasó apresurado mientras que yo retomaba ya mi corto camino hacia la universidad.

Pasaban de las 5:30 de la tarde, se me había ido el tiempo volando mientras me reunía nuevamente con el señor Grey y Anna, pobre chica.
Fynn aun no se había pasado por la habitación, lo cual me parecía genial ya que no tendría que toparme con el y su pesado humor tan seguido.
Tome mi toalla de baño y me di una ducha rápida para tener tiempo de arreglarme para la fiesta. Nunca había ido a una, así que no sabía exactamente que usar, por lo que al abrir mi lado del ropero tome lo primero que vi, era un vestido azul marino que me llegaba hasta las rodillas, de manga hasta los codos y un pequeño escote, y me detuve a observar el lado de Fynn, todo era negro -que raro- dije para mi misma dentro de la vacía habitación, después tome un par de tacones negros no tan altos, me maquillaje un poco y ondule mi lacio cabello dorado.
Eran las 7:30 cuando de repente la puerta se abrió, era Fynn y venía con una chica de cabello corto y azul de la mano, era guapa pero no más alta que yo. Tenía unos grandes y lindos ojos y un cuerpo para morirse, era chula. -¿Vas a la iglesia?- me pregunto Fynn con tono burlón -Déjala guapo.- soltó la chica pelo azul riéndose por lo bajó, su voz me resultaba familiar... ¡Oh rayos! Era la chica de anoche. Que incómodo. -No voy a la iglesia, sino a una fiesta.- dije queriendo que el suelo se abriera y me tragara. -Pues te ves mas mojigata de lo normal, quítate esa madre- dijo Fynn haciendo que la chica que tenía a un lado se riera, mientras que yo quería plantarle un buen puñetazo en su rostro. -Eres un cabron, ya déjame.- Dije intentando sonar lo más furiosa posible. -Yo sólo intento darte consejos de moda.- agrego el guiñandome un ojo, por lo que puse los míos en blanco. Si que sabe como ser un verdadero dolor de cabeza. -Soy Megan, por cierto.- Dijo la chica de ojos caféses, extendiéndome una de sus manos, dejando asomar por la parte interna de su codo derecho un tatuaje de la clave de sol. -Hola, yo soy Melody Green- dije tomando su mano y soltándola segundos después. -Bueno, ya basta de formalidades, sólo hemos venido por mi coche, ya nos vamos- dijo Fynn, para después decir -Adiós hermana- soltó burlándose de mi haciendo referencia a que iba al convento, pero es que al lado de Megan si parecía que iba a ir a misa, ella usaba unos mini shorts rosas, con una crop top amarilla floreada que le quedaba casi como sostén, el cual parecía que ni siquiera traía. Además de que los tacones que estaba utilizando la hacían parecer toda una chica de la noche. Segundos después, salieron por la puerta y el la tomaba de la cintura, tal vez era su novia.

Eran las 8 en punto cuando tocaron a la puerta, la abrí y era Sarah, usaba un atuendo igual de diminuto que Megan, pero menos colorido y a ella le sentaba aún mucho mejor. Al verme se quedo con la boca abierta, y creo que intentó ahogar un gritillo de desaprobación. -¿Verdaderamente usaras eso está noche?- Dijo señalándome, y subiendo y bajando los ojos por mi cuerpo, me sentí incómoda. -Por supuesto que si, además no tengo otra cosa.- dije al fin. Ella pareció ahogar otro gritillo cuando se adentró en la habitación, sacando unas tijeras del lado de Fynn. -Ven, desvistete.- menciono está con una sonrisa maliciosa en sus labios -No piensas...- intente decir pero ella me interrumpió diciendo -Oh si nena, no puedes salir con eso.- hizo un mohín al que yo hice caso omiso, y me negué con la cabeza. -No puedes hacer eso, es mi ropa.- comente -Será tu ropa, pero es horrenda, yo sólo quiero ayudarte.- dijo Sarah, tal vez tenga razón. -No estoy segura...- Solte, por lo que ella dijo -Será un pequeño corte, lo prometo- Estaba siendo sincera. Así que me límite a asentir y ella sonrió ampliamente ante mi permiso. -Bien, quítate esa cosa de encima, que tengo trabajo que hacer- dijo ella por última vez.