Cadenas de Sangre

Una historia para recordar

Las cadenas hacían un ruido desagradable y el constante movimiento estaba amoratando mis muñecas y tobillos, la cosa en mi cuello no era mejor. Si alguien de la caravana caía, todos los hacíamos y sin importar nada, todos éramos castigados.

Hace unos días yo era el legítimo sucesor de Berk, un pueblo Guerrero al norte...bueno, creo que esta al norte de aquí, llevo tantos días caminando sin saber hacia donde voy que...dudo poder regresar alguna vez a  casa.

Aun siendo un pueblo Guerrero, la llegada de los mercenarios nos tomo por sorpresa, se movieron rápido u en silencio, matando a cualquiera que pudiera ser una amenaza. Saquearon casas, secuestraron niños y mujeres. Al comienzo de este viaje, muchos de mis amigos caminaban a mi lado, pero trasnoches después del ataque, un grupo de aldeanos dio con los mercenarios y lograron salvar a l mayoría, yo no tuve tanta suerte. Logre escapar, pero rápidamente fui capturado de nuevo y aquí estoy.

He visto como muere gente en el camino, vi personas conocidas ser vendidas en sucios mercados. Ya no queda esperanza.

No se si sea de utilidad aprender rápido, quizás si lo es. He aprendido el idioma de esta gente y puedo saber que es lo que nos depara al resto. Los otros son desconfiados y he podido sacarles pocas palabras para aprender. Al menos se que ahora atravesamos este desierto en dirección a un reino, supuestamente muy poderoso, ahí esperan poder vendernos a todos... A estas alturas de mi vida y con la poca esperanza de sobrevivir, creo que es mejor ser el esclavo de alguien o su juguete a seguir caminando sin comida ni agua, puede que una buena persona me compre y tenga comida por lo menos una vez al día, estoy intentando ser positivo.

Creo que la última vez que conté, éramos siete personas...ahora somos tres y los mercenarios no están muy felices por las muertes en el camino. Estoy sorprendido de mi mismo, de verdad estoy muy cansado, pero he logrado llegar hasta aquí, ya llegamos al reino en el oasis. Es enorme y realmente magnifico.

El verde abunda en cada rincón, las personas visten finas y frescas telas. Los mercados rebosan de deliciosa comida, joyas y colores que nunca había visto. En Berk todas esas cosas son muy limitadas por el frío y otros factores.

Mis ojos  no dejaban de asombrarse  con todo lo que veía y las muchas lenguas que escuchaba, me tomo tiempo identificarlas todas. El pueblo entero tenía más de diez lenguas nativas y siendo muy diferentes lograban entenderse a la perfección. Tenían que tener un dialecto raíz par eso o era imposible.

Quizás me estoy elevando mucho de mi situación, pero es que esta gente es increíble, la cultura es tan rica en todo.

Llegamos a una plaza, la gente comenzó acercarse y volví a sentirme mal, a pesar de todo lo hermoso, esas personas nos veían como un pedazo de carne, feo  y sucio.

Nadie tenía interés en ninguno de nosotros, si no nos vendían vivos, de todas formas lo harían muertos y comenzó a temer de nuevo.

La gente comenzó a dispersarse y vi mi fin, pero un milagro sucedió.

Una carroza se detuvo frente. Esa debía ser mi salvación, alguien con mucho dinero iba a comprarnos.

Los guardias se acercaron a la ventana y una mano se asomó entre la seda de la cortina, una voz ronca hablo en una melosa lengua. Eso hombre nos había comprado  todos.

Nos encadenaron al carruaje y en silencio  caminamos hasta....hasta el palacio. Un monumento de marfil y granito, esculpido directamente en la roca. Es posible que toda la montaña componga el castillo.

No sé cómo describirlo...si pudieran ver el oasis que es este pueblo, notarían que cuenta con una pequeña cadena montañosa en forma de luna, gracias a ella la gente no tiene que preocuparse de los fuertes vientos, están protegidos como si fuera un gran muro que abraza todo el lugar. El castillo es una parte más de esa cadena de montañas que protege estas tierras.