Loved You First || L.S.

Capítulo 5

Harry

La forma en que se revuelven las hojas de los árboles me recuerda increíblemente a la manera en que se revuelve mi estómago en este momento. Y es que después de aceptar en voz alta que Louis me gusta no creo que haya marcha atrás.

Siempre me han gustado las chicas, de hecho tuve dos novias, la última hace un par de años y recuerdo lo que me gustaba de ellas. Su olor a fresa o vainilla (que terminé adoptando para mí mismo), me gustaba jugar con su cabello (por lo cual he dejado crecer un poco más mis rizos) y ver la forma en que sus faldas se movían casi como las de las princesas de disney, siempre se me hizo majestuoso. Eso significa que me gustan las chicas ¿Cierto? Porque le dije a Niall eso y sólo se rió de mi.

Mi mente está hecha todo un desastre cuando llegamos al parque donde se encuentran los chicos y otras personas que van al colegio con nosotros. No me molesto en saludar a nadie pues todos están jugando fútbol y honestamente soy una vergüenza en el juego así que opto por buscar un árbol frondoso y recostarme en su tronco mientras Niall se une a los demás y siguen jugando. Saco mi iPod y empiezo a buscar algo para escuchar y relajarme ya que el clima y el ambiente lo ameritan. Y encuentro a la banda perfecta. The Maine.

"What does it take to be a liar, and all the chances we take, what we're measured by as I sat on my couch I wondered why it's such a beautiful day, I'm still sitting inside-side-side, all I know is, all I know is, all I know is I'm still waiting for my sun to shine."

Abro los ojos al terminar la canción y me sobresalto en el lugar sacándome los audífonos de los oídos mientras proceso lo que está sucediendo. Todos los chicos están jugando fútbol justo donde estaban antes de que me inmiscuyera tanto en la música, y enfrente de mí encuentro unos preciosos y brillantes ojos azules y una muy bonita sonrisa que pareciera una hilera de perlas. Louis está observándome con una mirada que no logro descifrar y siento todo mi rostro sonrojarse.

–Vaya... tienes la voz de un ángel. –dice aún sin borrar su sonrisa.

Me sonrojo aún más, si eso es posible –¿h-hace cu-cuanto estás e-escuch-escuchando? –pregunto en una voz muy bajita.

–Uhm... Is this a waste of all my precious time and could this chance that I take lead me to losing my mind –canta aún sonriendo con la voz un tanto aguda pero quebradiza que él posee. Y su voz es preciosa. ¿Hay algo en este chico que no sea precioso?

–E-eso es el principio de la canción, Louis –respondo aún avergonzado. Avergonzado que me haya escuchado cantar toda una canción. Avergonzado de mis pensamientos. Avergonzado de que me guste Louis.

–Lou. –responde y yo sonrío recordando que le gusta que lo llame "Lou".

–Me espiabas desde hace una canción, Lou. –respondo ahora que ya tomé un poco más de valentía.

–Me fue imposible, ángel.

Ángel.

El tiempo puede ser algo muy confuso, más si estás perdido en un par de ojos azules que pueden ser muy tormentosos o muy pacíficos, sin tener algún punto medio. Y justo en este momento son pacíficos, tanto que me quedo observándolos por lo que podrían ser horas en silencio, un silencio que jamás será incómodo y pienso en todo lo que ha pasado. Cuando conocí a Louis, jamás imaginé que podría entablar una amistad con él, sin embargo, por medio de Niall nos dimos cuenta que podíamos congeniar en muchas cosas y empezamos a ser amigos. Este año, cuando empezaron las clases y lo vi, no imaginé que una semana después, luego de que me contara un cuento para dormir como Gemma solía hacerlo, luego de que bailáramos muy juntos y luego de que me dejara solo en la fiesta para irse con una chica, estaríamos aquí viéndonos a los ojos como si fuera lo único que deberíamos hacer en este mundo. Como si verlo a los ojos fuera el motivo por el cual no nací ciego. Como si todo lo que tuviera que hacer en esta vida, fuera verlo a él. Sonreírle a él. Quererlo a él.