Capitulo 1.
Desperte a las 08:00 de la mañana, no supe como me quede dormida hace un rato, solo se que aun no ahi nadie en casa y que la balacera ya acabo. Al salir del baño me dirigi a mi habitación, revise mi celular por si tenia algun mensaje y si que tenia, habian dos de Britani los cuales solo decian insultos y los otros tres eran de Piter.- Contesta tu celular.
- Sophie, estas bien.
- Al diablo...nos juntaremos con los demas chicos en el estudio de tatuajes a las 09:00- Piter.
Ya eran las 08:30 asi que rapidamente me vesti; me puse unos jeans ajustados, una polera negra, la cual me quedaba algo suelta y unas vans negras con blanco.
Deje mi cabello suelto y aplique un poco de sonbra oscura en mis ojos, la cual me quedaba muy bien, ya que mi piel era muy blanca.
Al salir de casa, me subi a mi skate y parti rumbo al estudio de tatuajes.
Nose pero mientras andaba, pensaba en Britani, pensaba en como nos odiabamos tanto, bueno mejor dicho como ella me odiaba tanto, que yo recuerde yo nunca le hice nada para que me odiase de esa manera. Al acercarme al estudio de tatuajes divise a lo lejos a Piter, creo que olvide mencionar de que el era mi mejor amigo (era como un hermano)...-Valla si que me tenias preocupada maldita bastarda- dijo Kat. Ella una muchacha con una cabellera rojiza y corta, alta, delgada, ojos claros y muy blanca. Y como no mencionar era mi amiga.
-Si, yo igual te quiero Kat - dije yo con sarcasmo. - Hola.
-Tu no me quieres Sophie, tu me amas - dijo ella con voz seria.
-Basta chicas, yo soy el chico que todas las nenas aman, pero eso no importa- dijo Larry. Un joven muy guapo con una cabellera rubia, ojos azules, cuerpo perfecto, era el tipico chico, el cual era asechado por todas las chicas. Sin mas que decir era el hombre ideal para cualquier chica...bueno menos para mi.
-¿Y donde esta Piter?- pregunte inocentemente.
-Supongo que anda detras de alguna chica- dijo Larry.
- mmm...es muy grosero de su parte, de se alla ido y nos halla dejado aqui esperando- dijo Kat, tratando de parecer enojada.
-No estes tan segura- dije yo, dirigiendo mi vista hacia la otra calle, para lograr que mis dos amigos imitaran mi gesto.