Capítulo 29 [Final]

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El tiempo había pasado volando, y la relación entre Kylie y Malia era cada vez más sólida. Lo que comenzó como un vínculo inesperado en medio de una oficina se había convertido en una relación llena de amor, risas y compañerismo. Kylie había encontrado en Malia no solo a su pareja, sino también a su apoyo incondicional. Por su parte, Malia sentía que estar con Kylie y Lily era haber encontrado una nueva versión de hogar, algo que jamás imaginó que llegaría a tener.

Sin embargo, había algo que Kylie seguía postergando: contarle a Lily la verdad sobre su padre y sobre Erik, su abuelo. El tema ahora era un peso en el corazón de Kylie, pero gracias al apoyo y la paciencia de Malia, cada vez se sentía más preparada para enfrentarlo. Malia, con su ternura y comprensión, le recordaba constantemente que no estaba sola, que juntas podían manejar cualquier cosa, incluso la futura conversación con Lily.

Por otro lado, los cambios también habían llegado a la vida de Malia. Después de mucha insistencia por parte de Kylie y, sobre todo, de Lily, Malia finalmente había aceptado mudarse con ellas. Fue una decisión que no tomó a la ligera. Para Malia, mudarse no solo significaba estar más cerca de Kylie y Lily, sino también cambiar su rutina, adaptarse a un nuevo hogar y, lo más importante, compartir esta gran noticia con su familia.

Cuando Malia le contó a su familia que se mudaría con Kylie, las reacciones fueron diversas. Su padre y su hermano lo tomaron de maravilla, apoyándola sin cuestionamientos. Ambos estaban felices de que Malia hubiera encontrado el amor y un lugar donde se sentía plenamente aceptada. Pero su madre, siempre un poco más tradicional, tuvo dificultades para procesar la noticia. Al principio, mostró cierta resistencia, no porque dudara del amor de Malia y Kylie, sino porque le costaba aceptar los cambios tan rápidos en la vida de su hija.

A pesar de eso, con el tiempo, las visitas de Kylie y Lily y los esfuerzos de Malia lograron que su madre aceptara no solo la relación, sino también la decisión de Malia de mudarse. Al final, la familia completa de Malia comprendió que lo más importante era verla feliz, y eso era algo que brillaba en su rostro desde que estaba con Kylie.

La decisión de mudarse fue fruto de muchas conversaciones entre Malia, Kylie y Lily. Durante semanas, Kylie insistió con dulzura y argumentos prácticos, mientras que Lily, con su adorable inocencia, hacía que fuera aún más difícil para Malia decir que no.

Una tarde, mientras las tres estaban en la sala de la casa de Kylie, el tema salió a relucir una vez más.

—Amor, no tiene sentido que sigas yendo y viniendo todos los días —dijo Kylie, sentándose a su lado en el sofá y tomando su mano—. Ya tienes un espacio aquí, es como si ya vivieras con nosotras.

Malia sonrió, sabiendo perfectamente hacia dónde iba esa conversación.

—Lo sé, pero aún tengo mis cosas en mi casa. Además, es un cambio enorme… —dijo, tratando de justificar su resistencia, aunque en el fondo sabía que tenía ganas de quedarse.

Lily, quien estaba jugando en el suelo con sus muñecas, dejó todo para unirse a la conversación.

—¡Mamá Malia, por favor di que sí! —exclamó emocionada, subiendo al sofá y abrazándola con fuerza—. ¡Es mucho más divertido cuando estás aquí!

Malia rió, aunque sabía que Lily estaba tocando justo su punto débil.

—¿Qué harías si me quedo aquí todos los días? —preguntó, acariciando el cabello de la pequeña.

—Podemos hacer panqueques todos los días de desayuno, jugar juntas y ver películas todas las noches —respondió Lily con una sonrisa radiante—. Además, no tendrás que irte por las noches y yo no tendré que despedirme, también puedes dormir con mi mami todos los días.

𝑨𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝑰𝒏𝒈𝒍𝒆́𝒔 | 𝑲𝒚𝒍𝒊𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora